Revista Cine

25 trucos de Genios

Publicado el 25 septiembre 2013 por Alfredo Eduardo López Liñares @BackInMadrid

Inspiración, 25 Trucos de Genios
Los que tenemos un blog sabemos lo difícil que resulta algunas veces encontrar la inspiración necesaria para escribir ese post que se nos resiste o crear un contenido interesante sin caer en el nefasto “copy-paste”.
Quizás en estos casos puede sernos de ayuda conocer los trucos que usaban algunos de los grandes pensadores, intelectuales y artistas de la historia para invocar a sus musas. La verdad es que me encontré cosas muy curiosas.
1. Como muchos de nosotros, Beethoven comenzaba el día con un buen café. Su particularidad era que necesitaba exactamente 60 granos bien molidos por taza.
2. Benjamin Franklin era conocido por irse temprano a la cama y levantarse temprano ", y en sus últimos años, se lo conoció por algo más. Sus famosos “baños de aire” matutinos que consistía en leer y escribir completamente desnudo durante aproximadamente una hora. Luego se vestía y a trabajar.
3. Muchos escritores y artistas famosos dan mucha importancia al desayuno. Victor Hugo prefería los huevos crudos.
Inspiración, 25 Trucos de Genios 4. Antes de ir a su consultorio, Sigmund Freud recibía la visita de su barbero personal para recortarle la barba cada mañana.
5. Agatha Christie nunca tuvo un escritorio. Escribió sus 80 novelas, 19 obras de teatro y numerosas otras aprovechando cualquier sitio donde pudiera sentarse.
6. Ernest Hemingway tampoco era adepto de los escritorios y escribía siempre de pie.
7. Thomas Wolfe era otro que escribía de pie, utilizando normalmente la parte superior de un refrigerador como su escritorio, su estatura era de casi dos metros.
8. Algunas personas adoran realmente realizar su trabajo en Starbucks. Rainbow Rowell, autor de la aclamada novela para adultos “Eleanor y Park”, escribió todos sus libros en locales de la famosa cadena multinacional de cafeterías.
9. Richard Wright escribió todas sus obras, llueva o haga sol, en un banco del parque Fort Greene de Brooklyn.
10. La poetisa y novelista Maya Angelou es incapaz de escribir en un entorno bonito. Prefiere trabajar en hoteles y habitaciones de mala muerte.
11. El prestigioso arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright no trabaja bien bajo presión. No puede comenzar a dibujar ni un boceto hasta que haya elaborado el diseño completo dentro de su cabeza.
12. Truman Capote dijo en una entrevista a la revista The Paris Review, -“No se me ocurre nada a menos que esté acostado”. Lo mismo le ocurría al novelista Marcel Proust.
13. Cuando el compositor Igor Stravinsky se sentía bloqueado, se paraba de cabeza para despejar su mente.
Inspiración, 25 Trucos de Genios 14. Woody Allen se mete en la ducha, incluso varias veces al día cuando necesita darle un envión a su imaginación.
15. Pianista clásico Glenn Gould ayunaba los días de grabación. Afirmaba que eso agudizaba su cabeza.
16. Poeta alemán Friedrich Schiller insistía en que el olor de las manzanas podridas dentro de un cajón de su escritorio estimulaba su creatividad.
17. A veces, es cuestión de enfoque. Mientras escribía “Las correciones” una novela que narra el deterioro mental de un enfermo de Parkinson, Jonathan Franzen trabajó en su computadora usando tapones para los oídos, orejeras y una venda en los ojos.
18. Stephen King escribe todos los días del año y tiene como objetivo 2.000 palabras al día, lo cual le insume alrededor de cinco horas.
19. A principios de 1950, Vladimir Nabokov escribía primero los borradores en tarjetas de archivador. De esta manera podía reorganizar párrafos y capítulos rápidamente. Una vez que el autor lograba el orden que quería, su esposa Vera le tipiaba los manuscritos a máquina. ¡Qué pensarían si vieran un procesador de textos actual!
20. Cuando Anthony Trollope terminaba de escribir un libro necesitaba comenzar otro inmediatamente. Lo mismo le ocurría a Henry James.
21. El teólogo Jonathan Edwards, famoso por su sermón “Pecadores en las manos de un Dios enojado” no conoció los post-it ni los grabadores de voz para guardar ideas que se le fueran ocurriendo. Cuando le venía una idea y no podía escribirla, asociaba su pensamiento a una parte de su vestimenta, donde pinchaba un trozo de papel. Cuando Edwards volvía a su escritorio los trocitos de papel en su ropa le recordaban sus pensamientos y así podía escribirlos.
Inspiración, 25 Trucos de Genios 22. Después de la cena, Mark Twain leía lo que había escrito ese día en voz alta a su familia para recibir sus comentarios.
23. Mientras escribía “Entrevista con el vampiro”, Anne Rice dormía durante todo el día y trabajaba de noche. Así conseguía enfocarse y evitar distracciones.
24. El escritor Jerzy Kosinski dormía ocho horas por día, pero no todas a la vez sino que en períodos de cuatro horas distribuidos durante la jornada.
25. El pintor holandés Willem de Kooning era de hábitos nocturnos. A menudo llevaba sombrero y abrigo mientras pintaba ya que en su edificio apagaban la calefacción central a las cinco de la tarde.


Inspiración, 25 Trucos de Genios
Está claro que para crear no hay reglas más allá de las que nosotros nos impongamos. Yo por mi parte, no puedo escribir si no tengo diversos objetos en mi escritorio para jugar con ellos mientras busco ideas, pelotas de goma, reglas, lápices, incluso hasta tornillos o monedas.
¿Y cómo encuentran ustedes la inspiración?


Inspiración, 25 Trucos de Genios



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