261.- "No hay propiamente edad de la vejez; se es viejo cuando se comienza a actuar como viejo."

Autor: Georges Clemenceau. Hoy corresponde una lección vital o por mejor decir: una expresión extrema de vitalidad. La que nos brinda Janey Cutler. Anciana de 82 años que ha tenido la valiente y la que para algunos sería temeraria cuando no ridícula idea, de presentarse al concurso británico Britain's Got Talent, con el fin de demostrar que lo importante a pesar de todo no son los años de vida, sino la vida de los años.
“Amo cantar y me alegro de estar experimentando la buena vida y estar pasando un rato agradable. Mi sueño ya se ha hecho realidad con el simple hecho de aparecer en el programa y el repentino interés que se ha despertado no hace sino aumentar mi ilusión", ha declarado satisfecha.
Yo de mayor (más aún que ahora) quiero ser así. Si la vejez, como dijo Azorín, es la pérdida de la curiosidad, quiero seguir siendo curioso cada uno de los días que me quede por vivir. Quiero conservar esperanzas, porque sin ellas entiendo que la vida decae y se acaba. No renunciar a aprender cosas nuevas y tener siempre el afán de leer la vida, más que el de releerla.
Procurar que las arrugas sean externas y jamás internas y seguir teniendo más ilusión por el futuro que por el ayer. Y lo que es más importante quizá y que quisiera comprender y asumir; no envejecer antes de tiempo, como ocurre con tantos y tantos que parece que se dedican a prepararse para la vejez, mil años antes de que llegue en realidad.
En fin, que me admira esta mujer por su arrojo y la absoluta incapacidad para dar el sueño de su vida por cerrado, cuando otros lo hubieran liquidado por vergüenza, por cobardía o por resignación mucho tiempo atrás.
Reflexión final: Creo que nadie debería de tener miedo a envejecer. Fallarán sin duda las fuerzas, pero como decía Ingrid Bergman, desde la atalaya de los años la mirada es más libre y la vista más amplia y serena.