La situación es de crisis es global, pero en este rincón más que lo general nos interesa lo particular. ¿Qué se puede hacer, por ejemplo, desde la perspectiva de la persona que ha perdido el empleo y que lleva meses así, y cuyas esperanzas se la han ido marchitando hasta morir una tras otra?
Lo primero y aunque suene tragicómico después de haberlo dado todo y haber hecho también lo humanamente posible para conseguir volver a trabajar tras perder el empleo, es recuperar las ganas de salir adelante. Parece obvio, pero sólo el que se mantiene en la lucha posee una mínima posibilidad de ganarla. Aquel que renuncia, probablemente aplastado por unas circunstancias demasiado adversas o porque perdió la confianza y cree que haga lo que haga no conseguirá ya nada positivo, es difícil que encuentre soluciones.
La actitud a la hora de enfrentarse a cada acontecimiento se crea o no se crea, resulta esencial para su superación. En palabras de Abraham Lincoln: “Mi gran preocupación no es si tienes fracasos, sino si estas contento con tus fracasos.” Nadie debería nunca conformarse ante la adversidad y cuando llega (siempre llega) hay que adoptar una postura de insurreción y de inconformismo.
Recuperar la confianza, recuperar la actitud, recuperar la rebeldía y empezar de nuevo y desde hoy a trabajar en la búsqueda de un nuevo empleo y además, como si en absoluto nos hubieran dado una sola negativa y aunque sean ya cientos de ellas las que se acumulen.
...y comprendiendo que nadie debe sentirse culpable si está haciendo todo cuanto puede.
Reflexión final: Las fuerzas no deben fallar, porque La fuerza de la necesidad es irresistible. (Esquilo de Eleusis)
