Revista Cultura y Ocio
Pues sí, hoy cumplo 29 años y me acerco de una manera peligrosa a la temida crisis de los 30. Si tenemos en cuenta este detalle y lo que está bien visto según la sociedad actual y las ideas preconcebidas que se nos inculcan desde pequeños, soy demasiado mayor para ser lectora de Literatura Juvenil y New Adulty disfrutar leyendo novelas protagonizadas por adolescentes de 17 años o universitarios de 20.Siguiendo con el argumento expuesto en el párrafo anterior, según con quien hables, sólo debería leer a los clásicos y/o la literatura actual más seria y adulta, es decir, debería descartar lo más comercial y de entretenimiento como las tan criticadas novelas policíacas, históricas, románticas o juveniles a no ser que estén escritas por grandes nombres del actual panorama literario. Reconozco que durante un tiempo yo fui una lectora snob que sentía predilección por los clásicos del siglo XIX y de alguna manera juzgaba a los lectores y escritores de novela policíaca y, sobre todo, romántica debido a mis prejuicios hacia ellas que eran producto del desconocimiento. Otro aspecto que no ayudaba a que mirase con buenos ojos la novela romántica eran las elecciones tan tópicas y pornográficas de las cubiertas que durante décadas han sido la opción preferida de muchas editoriales. Por suerte, en ese aspecto la situación está mejorando mucho y son varias las editoriales que está cuidando mucho ese aspecto y que está diseñando bonitas cubiertas muy acordes con la historia que encontramos en su interior: Llévame a cualquier lugar (2014) de Alice Kellen y Heima es hogar en islandés (2015)de Laia Soler publicadas por Plataforma Neo, y Cruzando los límites y Una canción para Novalie (ambas de 2015) de María Martínez y 33 razones para volver a verte(2016) de Alice Kellen publicadas por Titania(hace unos días la bloguera de La gata en el desvánpublicó un post hablando acerca de los cambios que se habían llevado a cabo en los últimos meses en esta segunda editorial mencionada, sobre las colecciones que han creado, los últimos diseños que de sus cubiertas y sus novedades editoriales para el primer trimestre de 2016 donde destacan las nuevas novelas de Anna Casanovas y Alice Kellen, por citar a dos autoras nacionales bastante conocidas en la blogosfera literaria).Por otro lado, me hacen mucha gracia las contradicciones que hay en pequeños sectores de la actual novela romántica donde continuamente se quejan de lo denostada que está aún y reivindican que se le valore de una manera adecuada pero donde muchas veces estas actitudes u opiniones lo único que consiguen es que se valore todavía menos y siga arrastrando los prejuicios de siempre. Esto es porque exigen que se les respete y no se les mire mal por leer romántica pero juzgan a los lectores de otros géneros o etiquetan las novelas de Jane Austen o las hermanas Brontë como románticas históricas y no como clásicos desprestigiándolos e indignándose por la imagen que dan de la mujer como si se hubiesen escrito hoy día. También me llama la atención que en la literatura romántica se valore igual o más a las autoras anglosajonas que a las españolas (detalle que en su día también comentó en Twitter Ana Agulla, una bloguera con más años en la blogosfera y más lecturas de romántica de las que tengo yo a mis espaldas, y que le ha llevado a crear una iniciativa donde diferentes autoras nacionales como Olivia Ardey, Alice Kellen, Anna Casanovas, Elena Castillo Castro, María Martínez, Megan Maxwell, Olga Salar, Victoria Vílchez… le cuenten a los lectores unas 10 curiosidades acerca de sus novelas) cuando a día de hoy, según mi experiencia lectora, escriben mucho mejor, su estilo es más pulido y menos vulgar, y evolucionan y arriesgan en cada nueva novela que publican y pongo de ejemplo a autoras nacionales como Anna Casanovas (de quien destaco Doce años y un instante y Vanderbilt Avenue), Alice Kellen (joven autora valenciana donde se puede observar una importante y evidente evolución entre Llévame a cualquier lugar y Sigue lloviendo) o María Martínez.Según todo lo expuesto hasta ahora y cumpliendo hoy 29 años, soy ya mayor para leer novelas etiquetadas New Adult (una etiqueta que cuando empecé a oír hablar de ella no me gustó nada y que ahora me encanta), ya que debería leer novelas románticas más adultas con protagonistas que ronden los 28 – 30 años y llenas de escenas de cama con excesivo lenguaje vulgar porque es lo que de alguna manera obliga un mercado editorial que busca más al lector esporádico y poco exigente y en publicar en muchas novelas de escasas calidad y a las que se les debería dedicar más horas de edición y corrección. Hace ya más de una década que dejé atrás mi “verano de Selectividad” y por eso quizá ya no tenga edad para leer novelas como Cruzando los límites o Una canción para Novalie de María Martínez, lo que me parece una tontería, ya que tanto la propia autora como su editora en Titania(Esther Sanz) son unos años mayor que yo, al igual que muchas lectoras que han disfrutado, disfrutan o disfrutarán con las citadas novelas.Algunos pensarán que me quedé anclada en mis años de licenciatura y que no he querido superar mi etapa universitaria cuando sepan que he disfrutado leyendo y que le tengo mucho cariño a Llévame a cualquier lugar de Alice Kellen. Lo mismo sirve para Antes de quedigas adiós/ Dime que bailarás conmigo y Antes de que decidas dejarme de Victoria Vílchez donde tanto peso tiene la vida universitaria. Sin embargo, muchos no considerarán un New Adult a Una erasmus en Bruselas de Alfredo Escardino por alejarse de la literatura romántica, comercial y de entretenimiento y acercarse más a la tan bien apreciada literatura adulta seria pero desde mi punto de vista es una buena alternativa al New Adultal abarcar una experiencia tan típicamente universitaria como es la Erasmus. Esta novela también se aleja bastante de lo que en la blogosfera se entiende por New Adult donde predominan los amores universitarios ambientándose en su mayoría en diferentes universidades de los Estados Unidos aunque hay algunas cuyo escenario es más europeo: Reading, Madrid, Sevilla… (en el blog La Narradora podéis encontrar algunas de ellas en su sección El buscador de novelas tanto en la etiqueta New Adult como en la de estudiantes universitarios y su administradora es otro ejemplo de que aun habiendo superado los 30 se pueden disfrutar leyendo este tipo de novelas que ella misma define como “novelas románticas protagonizadas por jóvenes en edad universitaria, es decir, entre 18 y 22 años, principalmente de Estados Unidos y con bastante contenido sexual”).