Revista Cultura y Ocio

Hablemos sobre emprender en femenino

Publicado el 19 noviembre 2021 por Pinceladas19

Ya sé que decidí cerrar mi etapa como bloguera hace unos meses. Entonces insinúe que quizá fuese temporal. He decidido volver, aunque a mi ritmo y sin obligarme a publicar cada x tiempo. Hoy es un buen día para volver por estos lares.

Hoy traigo algunas reflexiones necesarias e incómodas sobre el emprendimiento digital en femenino. Son una selección de algunas publicaciones mías en Instagram. Hoy se celebra el DÍA DE LA MUJER EMPRENDEDORA.

Algunas mujeres emprendedoras que a mí me inspiran y a las que sigo en dicha red social son:

-   Ainhoa Rosado

-   Irene Gallardo

-   Alice Bush

-   Noe Gil Loef

-   Más Empresaria

-   Susana Torralbo

-   Lucía Jiménez Vida

Hablemos sobre emprender en femenino
Asesorías, consultorías, mentorías. Tres servicios casi idénticos. Parecen una novedad de los últimos años. No lo son. Hace décadas que existen. (Fuente: Elaboración propia).

Las asesorías y las consultorías siempre han sido conceptos asociados al mundo empresarial como una parte más de un negocio. Siempre han sido servicios que alguna vez se han ofrecido y se ofrecen gratis. Mientras que las mentorías siempre se han entendido como las enseñanzas de un profesor hacia un alumno en el ámbito académico o de un jefe hacia sus subordinados en el empresarial.

Una mentoría es algo implícito y gratuito. Debe entenderse como parte de la formación continua en los ámbitos académico y profesional. Los mentores deben ser profesionales con varios años de experiencia y una trayectoria más o menos larga que lo avale. Eso sería lo ideal.

El boom del emprendimiento digital femenino ha modificado el concepto de las mentorías. Ahora se han convertido en un negocio más. Ha surgido también un perfil bastante específico de mentora. Sus características más comunes serían:

üChicas jóvenes y atractivas entre los 25 y los 35 años, y que suelen trabajar desde sus propias casas.

üMujeres que han llegado al emprendimiento a partir de 2017 y que casi sólo se dirigen a clientes de sexo femenino.

üNegocios digitales muy enfocados en productividad, marketing y crecimiento personal.

üMentorías muy centradas en una escasa experiencia emprendedora que apenas llega al lustro.

üMarcas personales que se parecen demasiado entre sí a la hora de comunicar y vender.

üMentoras que se sienten obligadas a justificarse y a dar explicaciones a unos seguidores y/o clientes que mañana podrían perder el interés en ellas.

Ahora se valora demasiado la juventud y la inexperiencia. Ahora es demasiado importante la inmediatez y lo efímero. Las mentorías han perdido su esencia. Esta relectura les ha hecho perder el gran prestigio que tenían antaño.

?Texto e imagen publicados en Instagram el 7 mayo 2021

Hablemos sobre emprender en femenino

Emprender no es ninguna novedad. Quizá lo sea hacerlo en femenino. Quizá lo sea hacerlo en digital. Quizá esto sólo sea una tendencia. Una burbuja que explote en pocos años. (Fuente: Elaboración propia).

Las redes sociales han creado unas necesidades y unas dinámicas que en los 90 no existían. Nos han vendido recetas y discursos que hemos creído ciertos. Fórmulas y mensajes que hemos asimilado como propios sin cuestionarlos.

Han surgido anglicismos para términos y expresiones que ya existen en nuestro idioma y cuyo uso preferimos desterrar al fondo de un baúl

Hemos asumido que nosotros como emprendedores somos un producto y nos convertimos así en un objeto. Hemos hecho lo mismo con ese cliente ideal y nos hemos creído que es un perfil ajeno al nuestro propio. Maquillamos con palabras nuestra trayectoria y disfrazamos como una necesidad aquello que a nosotros sí nos funciona. Nos construimos un personaje acorde con las tendencias del momento. Nos olvidamos de nuestro derecho a la intimidad y a la imagen al ceder parte de esta a personas anónimas a las que tratamos como si fuesen amistades. Silenciamos aquello que haría nuestra historia más realista y menos perfecta. Nos descontextualizamos a nosotros mismos.

Apenas se encuentran historias de emprendedores más o menos honestas. Me refiero a aquellas que no te chirrían cuando las lees. Aquellas que no te hacen cuestionarte la sinceridad de la persona que hay tras esas líneas. También aquellas que no te frustran al querer venderte un servicio o producto en cuestión de horas, sin tiempo para meditar la decisión y con la presión de un reloj. Una de ellas es la emprendedora de la imagen. Alguien con la que, al menos de momento, soy capaz de identificarme.

Una emprendedora que usa un lenguaje neutro en cuestión de género. Una mujer que se atreve a usar el masculino en su comunicación. No se dirige sólo a ellas y eso es de agradecer. Sí, yo también soy mujer emprendedora y estoy cansada de esos discursos femeninos que hacen que nos excluyamos a nosotras mismas y construyamos círculos cerrados donde sólo pueden acceder mujeres.

?Texto e imagen publicados en Instagram el 12 agosto 2021

Hablemos sobre emprender en femenino

Instagram ha creado unas amas de casa 2.0. Mujeres que se definen a sí mismas como madres empresarias y que venden los beneficios de trabajar desde casa. (Fuente: Elaboración propia).

Sus negocios se centran en la productividad y el crecimiento personal. Hablan sólo a las mujeres. Enseñan unas agendas llenas y sin huecos. Idealizan un estilo de vida difícil de alcanzar y falto de credibilidad. Crean frustración y juegan con eso. Centran sus negocios en la creación de hábitos para mejorar tu bienestar. En apariencia innovan, pero sólo es un maquillaje.

Uno de esos hábitos que venden es el de la lectura. Crean clubes cerrados y virtuales para ello. Sus técnicas recuerdan a las clases de Literatura y sus lecturas obligatorias. La lectura es impuesta y la organizadora facilita un resumen y sus impresiones. Lo ideal sería lo contrario: una elección entre todos y compartir impresiones. Así sólo crearán lectores perezosos y poco críticos.

Leamos sin expectativas aquellas novelas que nos llamen la atención. Disfrutemos de tramas protagonizadas por personajes de cualquier edad. Eliminemos nuestros prejuicios lectores.

Supero los 30. En apariencia ya no tengo edad para leer juvenil. Tampoco para disfrutar ese tipo de novelas. Sin embargo, las de la foto han conseguido sorprenderme. Me gustaría leer más tramas así y no sólo en personajes adolescentes o veinteañeros.

?Texto e imagen publicados en Instagram el 15 octubre 2021
Hablemos sobre emprender en femenino

Siempre me ha atraído todo lo relacionado con conocerse a uno mismo. Sí, lo que hoy se conoce como crecimiento personal y profesional. (Fuente: Elaboración propia).

Es una temática que descubrí por casualidad hará ya unos años gracias a youtubers italianos. Emprendedores que surgen en redes sociales y que no sólo se dirigen a las mujeres, si no que van más allá. Diversos comienzos, enfoques y maneras de tratar algo tan complejo como el autoconocimiento y todo lo que implica:

💬@machedavvero empezó para hablar sobre maternidad.

💬@shantilives lo hizo desde la sexualidad y la salud mental.

💬@stefanotiozzo comenzó con la fotografía de viajes.

💬@aliceslifestyle se ha especializado en mindfulness.

💬@rachelbels_ sobre escritura de obras de ficción.

💬@minimalistamente sobre minimalismo.

💬@luciajimenezvida sobre productividad y hábitos.

💬@giugyssima habla sobre estudio, trabajo y productividad.

A España ha llegado más tarde y con un enfoque algo diferente. Una perspectiva mucho más basada en el marketing y la competitividad con una comunicación en femenino y sólo dirigida a mujeres. Un enfoque donde predomina la presión para tomar una decisión para ayer y la imposición de un trabajo de autoconomiento ya prefabricado. Una aproximación al crecimiento personal y profesional más centrada en las teorías de los libros de autoyuda y la comodidad de las pantallas.

En una comparación entre las perspectivas italianas y españolas, me identifico más con la primera y los valores que transmite. Una perspectiva más basada en la propia experiencia personal de trabajar en uno mismo y las vivencias de vivir y trabajar en países extranjeros. Un enfoque donde predomina la humildad de reconocer que hay altibajos emocionales y la autenticidad de mostrar un aprendizaje continuo sobre sí mismos. Una aproximación al crecimiento personal y profesional más centrada en la libertad de que cada uno marque su propio ritmo y la incomodidad de hacerse autocrítica.

?Texto e imagen publicados en Instagram el 21 octubre 2021

Hablemos sobre emprender en femenino

Emprender es intentar cubrir ciertas necesidades observadas en nuestra sociedad. La atención al cliente y su gestión se convierte en un pilar básico de un negocio.(Fuente: Elaboración propia).

Emprendedora y clienta ideal son dos expresiones muy leídas y escuchadas en los últimos meses. Sí, en femenino, al menos en sectores digitales como estética, nutrición y/o crecimiento personal. Sus palabras hablan de una atención al cliente demasiado teórica e idealizada. Sin embargo, su comunicación va mucho más allá y engloba lo que muestran, lo que insinúan y lo que se callan. Es ahí donde aparecen las contradicciones y ciertas deficiencias.

Es curioso que el único feedback que muestran casi siempre sea positivo. Apenas dejan espacio para que cualquiera exprese una crítica constructiva, respetuosa y bien argumentada. Quizá esa persona no se convierta en un cliente a corto plazo, pero podría serlo a medio o largo. Quizá le atraiga lo que propone y quiera entablar una relación profesional del tipo que sea. Quizá estudie durante meses esa marca personal para buscar una manera de colaborar entre ambas.

El emprendimiento digital en femenino intenta mostrar una imagen de cercanía y empatía. Sin embargo, muchas veces sólo ves barreras ante ti. Muros que están en ellas, pero también en ti. Murallas que son difíciles de derribar a través de correos electrónicos, comentarios en redes sociales o conversaciones a través de una pantalla. Piedras que se suman cuando no es la emprendedora con marca personal la que responde y quien lo hace es una asistente virtual.

Como emprendedoras deberíamos estar abiertas a recibir las conocidas "Quejas y Sugerencias" de toda persona con la que hayamos tenido algún contacto profesional por mínimo que éste sea. Entendamos esto como una oportunidad de aprendizaje y para mejorar nuestra atención al cliente. Siempre nos sorprenderá y enriquecerá saber que imagen proyectamos hacia los demás.

Derribemos las murallas que son las pantallas con sus textos, fotografías y videollamadas. Apostemos por tratar a clientes y colaboradores cara a cara. Volvamos a las miradas, las sonrisas y los gestos.

?Texto e imagen publicados en Instagram el 18 noviembre 2021

7   Enlace a mi Instagram: https://www.instagram.com/elevelarde/


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