Hoy, la verdad es que me he quedado sorprendido, al contar en el imaginario tiempo perdido, hasta treinta años, desde el asesinato de John Lennon. Realmente la vida es corta, y a medida que te haces mayor, voy para los cincuenta, el medidor se acelera más, como un corazón enamorado, donde el tiempo corre y corre. Estamos en un momento jodido, perverso, malo, donde incluso las buenas noticias pasan inadvertidas ante un cabreo generalizado. No hay tiempo para el goce, se estigmatiza a los que pueden pasarlo bien, jode que la gente se vaya de puente (putos puentes), a los pijos-controladores los defienden los anarquistas de la CGT, a los parados los del PP, al PSOE le crecen los enanos, y para colmo, John Lennon no puede incitarnos a imaginar un Mundo mejor. Lo peor de todo es que el capitalismo en su caos nos ha arrastrado a todos al pesimismo generalizado, a la selva más salvaje del "sálvese quien pueda". Te entran ganas de tirar la toalla, de apuntarte, desde una situación, ciertamente privilegiada, a "que le den por culo a los de abajo", porque en definitiva eso es lo que se pretende, dividir a los "más" para que seamos "menos". Alucino con una izquierda más perdida que nunca donde solo hay políticos profesionales o gente pirada y utópica que no sabe lo que es poner los pies en el mundo real. En fin... pobre John Lennon, pobre Planeta, como diría Mafalda: que se pare el Mundo que me quiero bajar...