Esta semana se cumplen tres décadas de la desaparición de uno de los mejores directores de cine de todos los tiempos. El rey del suspense fallecía en Bel-Air el 29 de Abril de 1980, dejando tras de sí una carrera que ya quisieran muchos cineastas actuales, con películas e imágenes que han pasado a la historia. Innovador y un poco chalado, fue capaz de matar a la protagonista de Psicosis a mitad de la película, introdujo mensajes subliminales en algunas ocasiones (esa calavera cuando Norman Bates sonríe) o era capaz de no dar explicaciones de por qué un grupo de pájaros se habían levantado con muy mala leche.
El miedo a la ducha, la imagen de un hombre corriendo por el campo siendo perseguido por un avión, sus numerosos cameos y su macabro sentido del humor le convirtieron en lo que es hoy, un hombre que sigue de moda tanto por su estela como por las intenciones de Hollywood de remakear gran parte de su filmografía. Desde hace tiempo corre por ahí una “revisitación” de Los pájaros, con George Clooney de protagonista. Hasta ahí no estaría nada mal, ya que Clooney es un hombre que tiene rostro de actor clásico (sería un excelente Clark Gable), pero luego añaden que la nueva versión sería rodada en 3D y producida por Michael “pulsopararobarpanderetas” Bay.
Algunos de estos proyectos sin duda verán la luz, pero como dijo Snake hace poco: “que algo exista no significa que se tenga que recordar”. Nuevas versiones sólo engrandecen el producto original en la mayoría de los casos, y a día de hoy podemos seguir disfrutando de todas ellas y de su gran serie de televisión.
Alfred Hitchcock tenía sus rarezas. Era capaz de de no rodar ni un fotograma de más para que el productor fuera incapaz de añadir nada en la sala de montaje, de atar a un actor a un poste tras una juerga etílica, darle a beber laxante y desearle un buen fin de semana. Obsesionado con sus musas, acabó recluido en su casa y jamás llegó a ganar un Óscar, cosa que a muchos les parece un sacrilegio aunque seguro que a él no le importaba demasiado. Odiaba a los actores que no sentían pasión por el cine, consideró a Buñuel como “el más grande y humilde de entre nosotros” y fue uno de los primeros directores en ser muy cuidadoso con su imagen personal. Llegó un momento en que su mera presencia en una película o en la televisión, le robaba el protagonismo al resto de la historia. Era capaz de acabar siempre con un chiste que en ocasiones no tenía mucha gracia, pero que le sentaba genial a la historia que acababa de contar y por todo ello, por finales escalofriantes y momentos inolvidables, merece la pena recordarse y más en estos tiempos, a un hombre de cine, con mayúsculas.
A continuación, unas cuantas frases sacadas del show televisivo que presentó en la década de los cincuenta. Historias autoconclusivas que sólo tenían en común su presencia al principio y al final.
“Buenas noches, soy Alfred Hitchcock, y hoy tengo el placer de presentar la primera de una serie de historias de suspense y misterio tituladas extrañamente “Alfred Hitchcock presenta”.
“En cada una de nuestras historias presentamos una lección o punto de pequeña moral, tal y como solían hacer nuestras madres. Y saben: Camina lentamente pero lleva siempre un bastón. Golpea primero y haz las preguntas después… o algo así.”
“Imaginen que el terror se ha adueñado de su televisión, y que puede llegar a dominarles sin que ustedes puedan evitarlo. Lo único que me consuela es que algunas partes de nuestro trabajo son tan fascinantes, que suelen dejarnos sin aliento, como las que vienen a continuación… (paso a publicidad)
(Sentado tras una mesa con una vela) Hola amigos, ¿Creen en historias de fantasmas? (la vela desaparece) desde luego que no…
“(tras una historia donde dos hombres resuelven sus diferencias pacíficamente sentados a la mesa) Les alegrará saber que tanto Dell, como Red, murieron. Intoxicación alimenticia. Y no es que Maggie tuviera malas intenciones, es sólo que no era buena cocinera…”
“El asesinato de nuestro programa ha sido, como siempre, totalmente improvisado.”
“Por supuesto esta historia no ha ocurrido, es una invención, un tejido de mentiras que surgió de un escritor. Pero como puede que algunos de ustedes prefieran la realidad a la ficción, no tardaremos en ofrecerles de vez en cuando hechos sin adornos, presentados con honestidad, sencillez, imparcialidad y una gran objetividad. (paso a la publicidad)”
“Me recuerda a cuando era joven y trabaja en un espectáculo de Vodevil llamado “El doctor Speedwack y sus marionetas. Pero a mí nunca me cayó bien el doctor Speedwack, siempre se creyó mejor que el resto de nosotros.”