Fui de los que me hice con 30 Días de Noche con la edición de Devir. Quedé impresionado. Nunca pensé que el género vampírico tuviera tanto recorrido. O mejor dicho, que continuara con lo que Anne Rice comenzó y terminó siendo estereotipos de sus primeras dos novelas.
Después de aquella “revelación” de Niles y Templesmith, tuve claro que cualquier otro cómic nacido tras este primero, sería también una copia, dejando a un lado la serie. También la película, que nunca tuve claro que pudiera estar a la altura, aunque la realidad decía que es uno de las historias que mejor podía ser pasada a la gran pantalla.
Nieve Roja es el ejemplo mas claro de esa repetición de historia que tanto temía. En este caso, nos trasladan hasta el frente ruso en plena Segunda Guerra Mundial. Allí, Charlie Keating, un enviado del gobierno británico, se las verá no solo con los alemanes del Reich y su ofensiva, sino contra los vampiros.
No niego que te apetece seguir leyendo para ver como acaba, pero es un calco de lo que hemos visto antes, si acaso mas tour de force, donde los personajes van cayendo en manos de los vampiros, mientras que el resto intenta escapar a la vez que comprender qué está pasando. La elección del invierno ruso, no hace mas que recordarme a la Alaska de aquella primera incursión de 30 Días de Noche.
Templesmith, en el guión y dibujo, demuestra que Niles es mucho para el equipo y para los vampiros. Mediocre guión, que no hace mas que repetir lo visto anteriormente.
VALORACIÓN: 5
Demasiado repetitivo con respecto a otras historias de 30 Días de Noche.
CJ General, Reseñas 30 días de noche, anne rice, devir, nieve roja, niles, templesmith, vampiros
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