Revista Cultura y Ocio

30 excusas para llegar tarde

Publicado el 25 febrero 2024 por Jack Moreno @jackmoreno
excusas para llegar tarde

A todos nos ha pasado alguna vez llegar tarde al trabajo, a la escuela o a una cita importante y no tener una buena excusa con la que disculparnos y justificar el retraso.

En esta entrada os reseño más de treinta excusas para disculparnos por llegar tarde. Por un lado tenéis una lista de excusas habituales y poco recomendables, y por otro un listado de excusas de fuerza mayor, muy efectivas.

Como añadido, debemos buscar la posibilidad de aportar alguna prueba real del motivo del retraso (informe de algún funcionario que certifica avería o retraso en transporte público, documento o justificante de visita a un médico u hospital, testimonio firmado por alguna autoridad, denuncia policial, fotografías, facturas, etc.).

También es buena idea llamar con antelación a la escuela o al trabajo avisando de nuestro retraso y presentar después explicaciones y disculpas sinceras a nuestra llegada, ofreciendo alguna forma para compensar el retraso (quedarse a trabajar hasta más tarde, acudir fuera de horario, recuperar la clase perdida con tareas para casa, ofrecerse a realizar algún trabajo extra, etc.)

Recuerda que la puntualidad es uno de los aspectos laborales más valorados por los departamentos de Recursos Humanos de cualquier empresa. Intenta evitar los retrasos y no abuses de las excusas. Sé sincero en tus explicaciones y trata siempre de aportar algo positivo en tu trabajo.

Excusas habituales y poco recomendadas:

Esta lista contiene excusas muy trilladas que debemos evitar ya que son fácilmente evitables y no resultan para nada convincentes.

  • No sonó el despertador a su hora.
  • Me levanté con fiebre y escalofríos.
  • Se fue la luz durante la noche y se apagó el despertador.
  • Un menor volcó su desayuno sobre mi ropa.
  • No encontraba las llaves del automóvil.
  • Sufrí un pinchazo en el neumático del automóvil.
  • Perdí una lentilla y tardé mucho en encontrarla.
  • Me quedé atrapado en el ascensor.
  • La puerta del garaje se averió.
  • Tuve que ayudar a un vecino a arrancar su vehículo.
  • Placas de hielo en la rampa de salida del garaje.
  • Perdí el billete del tren.
  • El autobús llegó con retraso.
  • Me dejé la cartera en otro abrigo.
  • Me paró la policía en un control de carretera rutinario.
  • La niñera llegó tarde y tuve que esperarla.
  • Pensé que hoy era día festivo.
  • No funcionaba el suministro de agua caliente.
  • Me levanté con una resaca tremenda.
  • Google Maps me llevó a un lugar equivocado.
  • Me perdí en la autopista.
  • Me quedé sin gasolina en el automóvil.

Excusas de fuerza mayor recomendadas:

Estas son excusas de peso, situaciones imposibles de prever y excelentes subterfugios. Auténticas coartadas que podemos usar de vez en cuando, pero sin abusar de ellas.

  • Una fuerte nevada no prevista imposibilitó usar el vehículo.
  • Inundaciones provocaron graves destrozos en vías de comunicación.
  • Enfermedad grave de un familiar con traslado al hospital.
  • Accidente de tráfico creó retenciones en la carretera.
  • Huelga de trabajadores colapsó la carretera.
  • Retraso por avería grave en el transporte público.
  • Fallo informático produjo colapso en vías de transporte.
  • Caída general del suministro eléctrico inutilizó semáforos.

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