Ayer por la tarde tuve la ocasión de ir a ver 300 : El origen de un imperio con mi buen amigo Jorge. La verdad es que tenía muchas ganas de verla porque me quedé con buen sabor de boca de la 300 original. Cómo la película primigenia, está “secuela” también está basada en un comic-book de Frank Miller, en este caso llamado “Xerxes”.
300 : El origen de un imperio. Temistocles y Artemisia
A diferencia de la original, 300 : El origen de un imperio no trata de un momento preciso de las llamadas Guerras Médicas y ni siquiera es una “secuela” estrictamente de ésta sino que a través de los personajes de Temistocles y Artemisia, nos narran todos los sucesos que desencadenaron las Guerras Médicas y cómo se desarrollaron estas a lo largo de años de conflicto y también como evolucionaron personajes, de esta película cómo de la original.
A diferencia de la película original, 300 : El origen de un imperio, no posee esa épica cargada de fatalismo del sacrificio del rey Leónidas y sus 300 en las Termopilas pero a cambio nos ofrece una detallada confrontación de la incipiente democracia de las ciudades-estado griegas con una gran ansía de libertad en su ADN en contraposición del gran imperio persa regido por el dios-rey Xerxes, representando la tiranía, el esclavismo y la muerte.
Visualmente, cómo la película precedente, 300 : El origen de un imperio, es un festival de hiperrealismo, violencia, sangre y algo de sexo mezclados ocasionalmente en slow-motion (hay que destacar la gran labor de post-producción que les llevó a retrasar el estreno de la película varios meses) que yo personalmente disfruté como un enano aunque tengo que reconocer que hubo momentos como el caballo en mitad de la batalla naval bastante increíbles y prescindibles.
Con respecto, a los actores tengo que destacar sin duda alguna a Eva Green como una Artemisia tan letal como seductora que se come la pantalla en cada plano que sale, todo ello sin desmerecer el trabajo de Sullivan Stapleton como un general Temistocles, brillante guerrero, político y estratega que es el único que es capaz de ponerse tú a tú con Artemisia. Tampoco quiero desmerecer la interpretación de Rodrigo Santoro, otra vez como el dios-rey Xerxes y Lena Headley como la reina Gorgo de Esparta. También es justo reconocer la eficiente labor en la dirección de Noam Murro en sustitución de Zack Snyder, director de la original que pasa a labores de producción y guión en esta 300: El origen de un imperio debido a estar inmerso en otros proyectos cinematográficos.
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