Revista Cine
SINOPSIS ARGUMENTAL.- Desde susorígenes, en su Santander (natal), hasta su fin, en tierrastailandesas, un recorrido completo a través de la biografía de JeanLeon, un singular personaje que abandonó la España mísera de losaños cuarenta del pasado siglo, como Ceferino Carrión, paraembarcarse en una peculiar singladura (tan peculiar como sucontrovertido carácter), que le llevaría a un Hollywood —en elque, como restaurador, y convertido ya en ese Jean Leon con el quepasaría a la historia, se codearía con las estrellas de la época—desde el que pasó a convertirse en un viticultor de prestigio y,finalmente, un aventurero a la búsqueda de la hermosura (la de lospaisajes y la de los mujeres) en territorios exóticos.
EN UN PÁRRAFO....- Alternando losmodos convencionales del documental más canónico (ése que basa surelato en testimonios de personas vinculadas a su tema central) conotros elementos visualmente más innovadores (las secuencias deensayos de obras de Tennessee Williams y reconstrucciones de aspectosde la biografía de Leon, a cargo de alumnos del Actor's Studio; oescenas basadas en la reproducción de episodios a través de figurastroqueladas en sucesión), Agustí Vila construye un relato ameno yvivaz, sin necesidad de recurrir a exageraciones ni sensacionalismos,alrededor de la figura de un personaje tan poco conocido comointeresante. No desvela todos los misterios, pero ofrece las clavessuficientes como para que el acercamiento al personaje sea efectivo.Y no alcanza la maestría, pero sí constituye una buena pieza decine documental, que merece un visionado atento.
EN SU HABER.- 1, la completud delrelato biográfico de su personaje protagónico, Jean Leon; elrecorrido por su biografía es exhaustivo, y abarca la integridad dela misma, con lo cual no hay pasaje ni aspecto que no halle reflejoen las imágenes de la cinta. Es, precisamente, este elemento el quedota de mayor relieve y profundidad a su figura, y la hace, enconsecuencia, más interesante; y 2, el tono naif, y estimulante ,de las imágenes troqueladas con que Vila compone algunas de lassecuencias correspondientes a episodios de la vida de Leon:contrapuntean, curiosa y llamativamente, las secuencias con las queva alternando, y aportan una nota de movimiento y colorido con lasque la cinta avanza de manera más viva.
EN SU DEBE.- 1, como contrapartida a laexhaustividad a la que arriba se aludía, el documental adolece, enalgunos pasajes, de falta de profundidad; ajustar una biografíaextensa a un metraje comedido (de poco más de noventa minutos)obliga a que ciertos pasajes (no por ello menos jugosos) de la misma,hayan de ser despachados con poco más que una referencia avuelapluma (probablemente, material que daría incluso para otraentrega); y 2, los testimonios de personajes hollywoodienses (que, apriori, parecen ser presentados como uno de los señuelos de mayorinterés del film) no alcanzan ni el rango ni la enjundia suficientescomo para constituir piezas de relevancia: pocos, cortos y de escasasustancia. Es probable que hubiera dado mucho más juego el ampliarel espacio otorgado a testimonios de menos relumbrón y máscontenido.
UNA SECUENCIA.- Cualquiera de lasdedicadas a los ensayos de los aspirantes a futuros intérpretes; conun punto minimalista y, en ocasiones, un poco marciano (cuestaintegrarlos en el contexto de la narración de fondo), son la piezade contraste narrativo en la articulación del relato, y, una vez quese les coge la onda, aportan una nota de frescura que lo enriquece. Un acierto.
CALIFICACIÓN (s/. 10): 6,5.-