Amigos y amigas, para alegría de muchos, indiferencia de unos y tristeza de pocos, la desquiciada musa del exceso me ha dicho que se va. ¿Sera verdad? ¿Será mentira? Con toda probabilidad lo último. Miami tiembla ante el hecho, el periódico en el que trabaja se tambalea y la blogosfera se queda coja. En cualquier caso, despidámosla como merece, pues nuevas y excitantes aventuras le aguardan a bordo de su Lexus.