Algunos ya habrán deducido que la frase de Peter, tiene más que ver con el hecho de que cualquier éxito legítimo (legítimo he escrito y subrayado) en la vida, no se alcanza si previamente no se ha hecho la correspondiente inversión en esfuerzo y sudor. Que si queremos disfrutar del placer del triunfo, antes inevitablemente hemos de transitar por la senda del sacrificio.
Y ahora, ¿nos atrevemos a ser sinceros? ¿Estás dispuesto a ello? Pues vamos allá. Dices que quieres conseguir el éxito en la vida. Perfecto, porque siempre es óptimo tener una máxima aspiración, pero, sinceramente, ¿cuánto tiempo dedicas cada día a conseguir el éxito? ¿Cinco minutos de pensamiento fugaz, veinte de reflexión entre horas, cuarenta de una cierta aplicación inconstante? Tu esfuerzo es el retrato de ti mismo y según el esfuerzo que emplees, las ganas que tengas, la motivación que demuestres, la pasión con la que pelees, así será de grande tu éxito.
Insistiendo en el anterior planteamiento y sin ánimo de molestar, ¿qué éxito esperas conseguir en virtud de lo que hoy día, cada día, dedicas a buscarlo? ¿pequeño, grande, colosal…? Generalmente se sueña un éxito mayor, infinitamente mayor, que el esfuerzo que se hace para obtenerlo, como si no hiciera falta nada más que un poquito de deseo y de intención, para conquistar la mayor de las recompensas.
Las personas que triunfan, si es eso lo que pretendes, tienen un cierto rasgo común que las une y se dediquen a lo que se dediquen : la lamentable manía de no abandonar nunca. Siguen insistiendo en su propósito con tesón, erre que erre, hasta que al fin alcanzan su meta.
Dicho de otra manera, estuvieron dispuestos a hacer un régimen de verduras durante el tiempo que fuera necesario, prescindiendo de otros deleites gastronómicos de los que, por cierto, la mayoría jamás se priva, y todo ello, para poder saborear un determinado día de sus vidas el postre (éxito) que sólo unos pocos alcanzan a disfrutar y a paladear plenamente.
Reflexión final: valora si te merece la pena, pero si te la merece y de verdad quieres el éxito, prepárate a comer verduras hasta ponerte verde y olvídate de esa deliciosa tarta... de momento.
