35 beneficios del ajo para curarte

A pesar de ser tan conocido, poca gente conoce realmente cuáles son los beneficios del ajo para ser usados como una medicina natural.

El ajo es una de las plantas que más se usan en la cocina mediterránea, por su sabor, aroma y por sus grandes beneficios y propiedades medicinales.

Nos interesa a todos saber más de ella, sobre todo, puede ayudar a aclarar dudas sobre la cura tibetana del ajo y para lo que se utiliza esa receta tibetana.

El ajo (Allium sativum) es de la familia de las aliáceas. Probablemente esto no te suene mucho, pero seguro que cocinas con miembros de esta familia. Los primos del ajo son: el puerro, la cebolla, el cebollino o la cebolleta.

Usos medicinales del ajo

¿Para que puede usarse el ajo?. Aquí tienes un listado con las propiedades medicinales del ajo o enfermedades que ayuda a curar.

Es un antibiótico natural. Por una sustancia antibacteriana: la alicina. La alicina también acaba con algunos virus, parásitos y hongos.
Ralentiza el envejecimiento porque es una fuente de antioxidantes como la vitamina C, vitamina E, polifenoles, selenio, manganeso y cobre.
Tiene efectos anticancerígenos. Científicos de todo el mundo siguen encontrando nuevas propiedades anticáncer en el ajo.
Ayuda a curar la intoxicación de Plomo.
Quita las verrugas. Puedes frotarte con un diente de ajo en la zona de la verruga para eliminarlas.
Mata a los gusanos intestinales. Especialmente a los oxiuros, puedes tomar de manera interna de 3 a 6 dientes diarios y de manera externa puedes usarlo en lavativas o supositorios.
Ayuda a eliminar la cándida. La cándida es una levadura complicada de tratar. Puedes necesitar un tratamiento más completo, puedes leerlo en nuestro artículo de remedios caseros para la cándida.
Favorece la digestión. Aunque pueda parecer lo contrario, el ajo es rico en enzimas digestivas y favorece la secreción de jugos gástricos. Es muy bueno para digerir una comida pesada.
Estimula el hígado, la vesícula y el páncreas.
Baja la tensión. Muy útil para las personas hipertensas por la vasodilatación de los vasos periféricos, sobre todo en piernas, ojos y cerebro.
Baja el azúcar. Reduce los niveles de glucosa en sangre, especialmente útil para diabéticos.
Gran anticoagulante. El ajo es antiplaquetario y además vasodilatador.
Ayuda a regular el nivel de colesterol. Al mejorar el funcionamiento del hígado y la vesícula el colesterol se elimina mejor.
Picaduras de insectos. El ajo desinfecta la picadura frotando con suavidad la zona con un ajo cortado.
Cura el pie de atleta. Por sus propiedades antifúngicas, elimina este hongo tan molesto.
Previene las aftas y la gingivitis. Puedes hacer un enjuague bucal a base de ajo y vinagre blanco.
Ayuda a curar la gota. Tomar ajo, reduce el nivel de ácido úrico en sangre. También podemos hacer una cataplasma a base de ajo y ponerla sobre la zona dolorida.
Reduce las hemorroides. Al mejorar la circulación, también mejora problemas derivados de ella, como las hemorroides.
Cura los sabañones. Al mejorar la circulación los sabañones curan más rápido.
Elimina los callos. Puede eliminar la parte más externa de los callos, aunque para quitarlos por completo, mejor recurrir a un podólogo.
Afrodisíaco natural. Desde la antigüedad se ha considerado al ajo como un afrodisíaco digno de ser utilizado por reyes.
Herpes labial. Puedes aplicar ajo sobre las calenturas para controlar el virus responsable del herpes.
Trombosis y Arteriosclerosis. Al mejorar la circulación en general, ayuda a fluidificar la sangre y a prevenir los trombos.
Antialérgico. Refuerza el sistema inmunitario.
Infecciones intestinales. La acción antiséptica acaba con las bacterias malas de nuestros intestinos, hay que tener cuidado porque en grandes cantidades podría también acabar con las bacterias buenas.
Infecciones de oído. Debido a la acción antiséptica del ajo puedes hacer una maceración de ajo en aceite y después aplicarlo con un gotero en el oído.
Dolor de muelas. Mastica un diente de ajo o aplica un poco sobre la muela dolorida.
Favorece la eliminación de líquidos.
Expectorante. Ayuda a que podamos eliminar las molestas flemas de catarros.
Hipotiroidismo. Puede aumentar la acción de la glándula tiroidea (cuidado, en grandes dosis puede provocar lo contrario).
Disminuye los gases intestinales. Al mejorar los movimientos intestinales vamos mejor al baño y esto facilita la salida de gases.
Contra la Gripe, Bronquitis, Faringitis, etc…Por su acción antiséptica y por favorecer la expulsión de mucosidad.
Edemas y Reumatismos. Por su efecto diurético y su acción sobre trastornos artríticos.
Reduce la posibilidad de un segundo infarto de miocardio. Ya os he dicho que es buenísimo para nuestro corazón y para el sistema circulatorio.
Ahuyenta a los vampiros, o eso dicen. ;-)

Importante, no se debe usar en caso de acidez de estómago.

¿Cómo puedo usar el ajo?

Además del uso evidente en la cocina, con recetas como un buen gazpacho, podemos utilizar el ajo como medicina de otras formas.

Lo primero que debes saber es que las propiedades medicinales del ajo se van perdiendo cuanto más cocinado esté (además, el ajo muy frito amarga :-P). Mejor tómalo crudo.

Otro detalle muy importante es que las propiedades antibióticas del ajo se refuerzan cuando cortamos o aplastamos un ajo. Se producen por la combinación de la alinasa y la aliina que se combinan en la alicina, un potente antibiótico natural.

El remedio por excelencia para consumir el ajo de forma interna es la cura tibetana del ajo. Se trata de una maceración en alcohol del ajo crudo que hay que ir tomando por gotas todos los días. Echad un vistazo al enlace anterior si queréis saber más de ella.

El ajo negro, que se ha puesto de moda, es una fermentación del ajo que tiene interesantes propiedades. Para saber más de él, puedes echar un vistazo a nuestro artículo del ajo negro.

El Ajo de oso (Allium ursinum) muy común en la zona del norte de Europa, tiene unas virtudes medicinales similares a nuestro Ajo común.

Hay muchos remedios basados en el ajo, os recomiendo buscar todos los que hemos escrito en “Trucos Naturales” pinchando aquí.

Contraindicaciones del ajo

La toxicidad del ajo es muy escasa, pero a altas dosis puede provocar irritación en el estómago. No se debe usar en caso de acidez de estómago o gastritis.

Como entre los beneficios del ajo está ser un excelente vasodilatador, es mejor evitar tomar grandes cantidades en situaciones que puedan provocar una hemorragia. Por ejemplo, una semana antes o después de una operación.

También conviene tener cuidado si estamos tomando algún medicamento que anule la coagulación sanguínea (como Sintrom o Adiro) ya que potenciará su efecto.

No deben consumir ajos las personas afectadas de porfiria. Se trata de una enfermedad rara, asociada al mito de los vampiros.