Ya está todo dispuesto para que unas cuantas miles de personas de todas partes del mundo, nos reunamos por octava vez en el Parque de Can Zam como una gran familia de desquiciados, para lo que siempre son —salvo sorpresas futuras, que nunca se sabe— los tres mejores días del año. A buen seguro me desprenderé de todas mis mierdas y demonios, y encontraré un momento, entre la sudorosa multitud y el ruido, para brindar por los buenos y cagarme en los malos.
P.S: Las imágenes del vídeo corresponden, de momento, a la última edición realizada.