Revista Coaching

365.- "El Ajedrez es la Vida."

Por Ignacionovo
365.- Ajedrez Vida.Autor: Bobby Fischer. El ajedrez es para cierto tipo de gente un juego inútil: una manera absurda de emplear el tiempo. Los que lo ven de este modo, piensan de aquellos que dominan su esencia y sus misterios de: "mentes brillantes enfocadas a un esfuerzo absolutamente trivial".
Y es que algunos deben pensar que debemos estar todo el día en el empeño de construir sublimes universos y en el de conquistar y establecer nuevas fronteras de conocimiento y sabiduría. Pues no, mire usted: cada cosa tiene su tiempo (cada momento tiene su afán) y no se puede ser sublime sin interrupción. A veces necesitaremos entregarnos a esfuerzos baldíos o si se quiere superficiales, porque nuestra salud mental también precisa divertimento y banalidad de cuando en cuando.
A mi entender, el ajedrez (no soy buen jugador ni tampoco un apasionado, vaya por delante) resulta un juego insuperable, por los indudables paralelismos que tiene con la vida.
Las piezas se mueven sobre un escenario prefijado, poseen distintas jerarquías y valor, hacen o no hacen movimientos que como consecuencia, se traducen en aciertos o en errores y en fracasos. Las piezas dependen unas de otras para su progreso y su triunfo. Por si fuera poco, todas las piezas tienen sus oportunidades de brillar y el más pequeño rival (el peón) puede acabar contigo. Durante el juego te puedes mostrar expansivo y audaz o retraído y conservador, dependiendo de cada momento de la partida y de cómo evolucione esta. Ganes o pierdas, (citado así en El Quijote) al final todas las piezas, independientemente de su valor, vuelven a la misma caja.
Parece que luchas contra un rival, pero en realidad luchas contra ti mismo y tu capacidad de idear, proyectar o arriesgar y anticipar las jugadas o el futuro (como tantas veces pretendemos en la vida sin tablero). La situación de la partida puede llegar a ser desesperada, pero si continuas luchando quizás puedas ganar.
Todo esto, ¿no te parece que guarda mucha relación con el propio curso de la vida en sí?
Y por si fuera poco, y aunque existe una débil correlación entre inteligencia y pericia en el ajedrez, el factor que explica mejor la brillantez de los jugadores, es el número de horas de práctica. Una buena lección para los que piensan que no es posible mejorar nunca, si ya de entrada no se cuenta con las condiciones adecuadas y perfectas.
Y entendamos finalmente, que no basta la inteligencia para ganar a este juego (en realidad a ninguno) Al tratarse de una competición, computan otras habilidades no exclusivas de las mentes más potentes: La capacidad para controlar los nervios, la tensión y la presión o la de no desfallecer y combatir, manteniendo viva la ilusión de la victoria hasta el final.
Reflexión final: “El ajedrez, interesantísimo; es juego de dioses: ¡manejar a nuestro antojo un mundo en pequeño con todas sus figuras! Quién sabe si el mundo no será en resumidas cuentas más que eso, un gran tablero de ajedrez al que unos seres superiores juegan con nosotros como nosotros jugamos con las figuras.” (Jacinto Benavente)

365.- Ajedrez Vida.

365.- Ajedrez Vida.
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