Revista Opinión
No se si lo inventó él mismo, o al menos le gusta. Si, fue Felipe González el primero al que se le calificó de "jarrón chino" en referencia a su vida post-presidencial. Ya saben, los jarrones chinos te lo regalan, valen mucho, pero no sabes donde ponerlos. Pués eso le pasa a Felipe, y a los que fueron "algo importante en la vida política" y que finalizaron relativamente jóvenes, que luego se resisten a ser objetos pasivos de lo que pasa. Esto viene a cuento del apoyo del mitín que nuestro antiguo "Isidoro" ha hecho al candidato a la Secretaría General del 38º Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba. Curiosamente como amuleto tiene poca fortuna, apoyó a Bono, a Almunia,... En fin, eso es lo de menos, yo creo que el problema de fondo estriba en que la herida del PSOE se quiere tapar con tiritas, con cosméticos, con una guerrilla de mercadeo de apoyos, donde uno juega con sus peones para luego llevarse, si gana su candidato, una posición mejor de la que entró en el Congreso. Y en el caso de Rubalcaba nadie parece preguntarse cómo puede presentarse la persona que encabezó las listas de la mayor derrota electoral del PSOE en la Democracia. Y para colmo, detrás de ella, Felipe González, Manolo Chaves, Gaspar Zarrías,... la vieja guardia que se resiste a jubilarse y a irse a su casita como si de otros pequeños jarrones chinos se trataran. Entre Guatemala y Guatepeor, parece que cabe considerar que sería mejor estrategia una persona al menos de otra generación a la de Felipe, que encarne la modernidad en el tema de los planteamientos orgánicos del partido, las primarias, las listas abiertas y esos perejiles que al menos sirvan para poner las bases de un futuro de mayor democracia interna. Nos hemos acostumbrado en el PSOE al caudillismo y al seguimiento de los líderes que ganaban porque detrás de ellos iban muchos puestos en la Administración. No hemos planteado lo que ahora planteamos porque cuando estábamos arriba "no era el momento", y ahora abajo ya no hay más remedio, no hay más remedio que romper la cerámica del jarrón chino y empezar desde cero, aunque sean muebles de Ikea, pero con planteamientos serios: ¿en qué hemos fallado? ¿en qué nos distinguimos del PP? ¿cuál es la propuesta que tenemos para salir de la crisis, más allá de los postulados de la derecha europea que hemos aplicado en los últimos años del gobierno "socialista" de Rodríguez Zapatero? Hay que cambiar, hay que cambiar sobre todo de ideas, pero también de personas, por eso pienso modestamente que de lo que nos dan a elegir, Carme Chacón es mejor referente "de futuro" que lo que plantea "de pasado" Alfredo Pérez Rubalcaba por mucha tienda de antigüedades que visite.