Título: 39 cafés y un desayuno
Autora: Lidia Herbada
Editorial: Espasa
Género: novela, romántica
Páginas: 240
Publicación: 9/9/2014
ISBN: 978-84-670-4224-5
Martina es una chica treintañera sin suerte en la búsqueda del amor perfecto hasta que su hermana decide tomar cartas en el asunto. Pero estamos en el siglo XXI y el amor ya no está en el aire, está en la red. Para encontrarlo, sólo hay que armarse de una buena dosis de paciencia, unas gotas de chispa y un ordenador con los megas suficientes para que no se quede colgado en el momento cumbre.Hacía tiempo que quería leer algo escrito por mi tocaya Lidia Herbada. Tengo pendiente en el Kindle Sinfonía de silencios desde hace tiempo y también le había echado el ojo a la versión digital de este 39 cafés y un desayuno, pero cuando vi la portada de su edición en papel, me enamoré y me prometí a mí misma no dejar pasar la oportunidad. Y así ha sido.
Cuando el mundo virtual se convierte en realidad, Martina pensará que sus citas son como los cafés: a veces cargados, otras espesos, cortados o descafeinados. ¿Encontrará el café perfecto, el que se sirve con un delicioso croissant y zumo de naranja?
Quizá lo primero que haya que advertir sobre la novela es que se trata más de una novela romántica vestida de ensayo socio/psicológico que de una obra que se pueda adscribir al género chick-lit. Por edad de los personajes, por entorno laboral y urbano y por el tema ineludiblemente amoroso de la trama, 39 cafés y un desayuno podría encajar en ese género. Pero no abusa del humor que caracteriza al chick-lit y que, en ciertos momentos, quita hierro al doloroso asunto de ir besando sapos hasta dar con un príncipe azul que destiñe a las primeras de cambio.
Lidia Herbada opta por un tono más serio (sin perder frescura) y llega a decir cosas realmente profundas sobre la relaciones personales. Y algunos de los consejos que la hermana de Martina da al lector o a los lectores, en su didáctica recopilación de lecciones para ligar, en este caso, por internet pero muchos de ellos extensibles a cualquier forma de acercamiento con intenciones sexuales o sentimentales, deberían ser leídos y, sobre todo, tenidos en cuenta, porque trascienden la ligereza que solemos atribuir a las novelas de estos géneros. Recomendaciones como "no te empeñes en ser quien no eres solo para lograr la aprobación de un hombre" o "no te quedes colgada de quien solo te hace daño porque no busca lo mismo que tú" contradicen el mensaje que, en muchísimas ocasiones, se envía al género femenino desde las novelas románticas, las comedias cinematográficas o, con muchísima más frecuencia, las canciones pop y, desde mi punto de vista, conducen a un tipo de relación mucho más sana e igualitaria.
Herbada nos ofrece en esta novela un catálogo de relaciones y, por lo tanto, de formas de querer o de dejarse querer. Hombres con personalidades, preocupaciones y maneras de relacionarse bien diferentes van pasando por la vida de Martina y por las páginas de la obra para completar una visión de la búsqueda del amor similar a una carrera de fondo en la que no hay que desesperar: vendrán momentos bajos, llegará el desánimo, la decepción, el dolor, el miedo... pero volverá a salir el sol y, si de verdad es que lo que quieras, tendrás que volver a ponerte las zapatillas de correr y seguir tomando cafés, conociendo a potenciales candidatos a ocupar tu corazón, hasta que encuentres al que merecerá el desayuno del amor a largo plazo.
Me ha gustado el tono de la narradora, sus consejos, su forma de afrontar la búsqueda de una pareja para su hermana, así como el estilo literario de Herbada. Una sucesión de parejas infructuosas podría dar lugar, con cierta facilidad, a una novela pesada o demasiado pesimista, pero no es el caso: la autora nos propone una novela ágil, que se lee muy bien y que esconde entre sus páginas análisis certeros sobre el ser humano, las relaciones de pareja y la búsqueda del amor.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 100 libros: 91/100