Título: 39 cafés y un desayuno.
Autora: Lidia Herbada.
Editorial: Espasa
Año: 2014
Páginas: 239 páginas.
Género: Cómedia-chick lit.
ISBN: 9788467042245
Precio: 19,90 euros.
Sinopsis:
Marina es una chica treinteañera sin suerte en la búsqueda del amor perfecto hasta que su hermana decide tomar cartas en el asunto. Pero estamos en el siglo XXI y el amor ya no está en el aire, está en la red. Para encontrarlo, sólo hay que armarse de una buena dosis de paciencia, unas gotas de chispa y un ordenador con los megas suficientes para que no se quede colgado en el momento cumbre.
Cuando el mundo virtual se convierte en realidad, Martina pensará que sus citas son como los cafés: a veces cargados, otras espesos, cortados o descafeinados. ¿Encontrará el café perfecto, el que sirve con un delicioso croissant y zumo de naranja?.
Autora:
Lidia Herbada
Lidia Herbada nació en Madrid (su fecha de nacimiento es uno de los secretos mejor guardados del estado).Ácido fólico, Dame un mes de soltera (Premio Festival Eñe), Dame otro mes soltera y Sínfonia de Silencios (Premio Ateneo de Valladolid). Ahora con 39 cafés y un desayuno parece que la autora ha despegado con fuerza y esta recogiendo los frutos literarios que ha estado sembrando poco a poco.Se licenció en periodismo en la Universidad San Pablo CEU, ha desarrollado su profesión de periodista iniciando su primeros pasos profesionales en este mundo en la Agencia EFE.y como responsable de comunicación en una empresa de Internet. De momento y tras ir madurando su literatura con trabajos como
Impresiones:
Cuando supe que Lidia Herbada había publicado su libro 39 cafés y un desayunocon Espasa me alegré por ella, una sonrisa se dibujó en mi cara. Parece un poco oportunista decir esto ahora, y más aún sin conocerla, sin haber cruzado unas palabras con ella. El hecho de mi alegría no es otro que en mis visitas diarias a la red he visto como Lidia luchaba por llegar a cuantas más gente le fuera posible para mostrar su trabajo y en la mayoría de las reseñas de sus novelas que he leído siempre han sido bastante positivas.Por este motivo no quise dejar pasar la oportunidad de leer su última obra y ser yo mismo quién juzgue su literatura y lo que puedo adelantaros es que no dejaré su nombre olvidado en mis estanterías y no será el último encuentro que tenga con un libro de Lidia Herbada.Esta obra, en su origen fue publicada en versión digital por la autora y me atrajo en su momento tanto por la portada como por su sinopsis pero la dejé pasar porque no hacía mucho había leído y reseñado un libro de similares características y no quería saturarme con una temática donde los tópicos pueden resultar tediosos. Tras dejar pasar esa cuarentena de la que os hablo puedo deciros que el libro ha cumplido sus expectativas sin defraudar, me he encontrado con la historia de Martina una chica bien posicionada en su trabajo, guapa, sofisticada y con un grupo de amigas fantásticas con las que sale a divertirse. Hasta aquí todo parece de cuento de hadas pero, si en esta historia hay un pero, y es que Martina ha llegado a una edad y a una situación en la que su trabajo, sus hábitos, su entorno y algún que otro añadido más le lleva a no encontrar pareja tan fácil como cuando uno es más joven y tiene menos obligaciones y con solo salir a la calle te llueven las oportunidades de encontrar pareja. Por este motivo su hermana, la narradora que encontraremos en la historia y que irá dando detalles de las peripecias de Martina, le crea un perfil en una página de contactos y como si de toda una personal manager se tratara, va seleccionando perfiles de posibles candidatos que puedan ser del gusto de Martina.
Estos candidatos, a los que de una forma original, les llama cafés, por ser la forma más normal de quedar, la de tomar un café, se van convirtiendo según su forma de ser y del resultado de la cita en un tipo de café. Hasta aquí la forma de presentarnos la historia tiene un punto original, tratándose de la típica historia en la que alguien va quedando con otras personas para ligar y nos van saliendo los estereotipos que todos conocemos, los tímidos, los muermos, los que no olvidan a sus ex, los egocéntricos, etc, etc. Algo que rompe con esos tópicos, es que Lidia, fabricara una verdadera historia con cada candidato, en algunos entrara en más detalles que en otros porque su personaje se presta a dar más juego, pero pocas citas de Martina no irán acompañadas de una historia que en cualquier momento se podría desarrollar hasta donde la imaginación nos quisiera llevar. Me ha gustado mucho como ha ido dando forma a los encuentros, todos cargados de detalles y que nos hacen sentir interés por la cita, por escudriñar que tipo de persona ha quedado con nuestra Martina.Lidia consigue todo esto con un estilo desenfadado, con datos precisos y acertados, con los diálogos justos para recrear la escena, llevándonos por todo un mapa de lugares y sitios, que en algunos momentos me he preguntado si lo que veladamente la autora nos está regalando es un plano para salir por lugares con encanto de MadridLlegados a este punto es fácil adivinar que la lectura me ha resultado bastante ágil, sencilla y divertida, tres ingredientes que hacen de un libro una buena elección para las personas que les gusta el tipo de lecturas del que estamos hablando. Soy hombre y me gustan las mujeres, algo que tal vez no os he dicho nunca y por lo tanto “rara avis” a la hora de reseñar una lectura como esta, pero para alguien que una vez se movió por esa selva sin reglas que es el mundo de las relaciones por internet , me atraía mucho leer sobre el tema. No es un libro prohibido para los hombres ni mucho menos, yo he pasado un rato genial leyéndolo pero si es verdad que en ningún momento he visto la mínima señal de la autora por incluirnos a nosotros como posibles lectores pero me imagino que las estadísticas mandan en estos casos y el número de reseñas masculinas sobre este libro brillará por su ausencia. Desde aquí animo al género masculino a que se acerque a 39 cafés y un desayuno porque creo que podemos aprender mucho sobre ellas y las relaciones.Algo de lo que no he hablado aún y no puedo olvidar es comentar a sus personajes, lo único de todo el libro con lo que no he conseguido congeniar. Tenemos principalmente a Martina y a su hermana, son las dos que nos guiaran a través del libro en unas peripecias en la que podremos llegar a imaginarnos nosotros en su lugar, que sensaciones tendríamos pero dos personajes con los que no me he llevado muy bien, la primera, Martina porque en algunos momentos me ha resultado ridícula, interesada y un poco sosa, creo que no sería una chica con la que hubiera salido bien parado en una cita, y por otro su hermana, algo sabelotodo. Escribiendo esto ya me pongo en duda, tal vez no he congeniado con los personajes pero me han hecho sentir y analizarlos que por otra parte quizás con ello he conseguido lo que la autora se proponía, yo en el mejor de los casos os lo dejó a vuestra elección si os acercáis a esta lectura.Para finalizar destacar algo que quizás no todo el mundo señale del libro y que a mí me ha gustado mucho y es que dentro de una historia llena de tópicos, de citas con final sorpresa en unos casos y predecible en otros, Lidia ha sabido ganarme con los detalles, de todo tipo y salpicados por todo el libro que han logrado que no pierda el interés por su lectura desde los musicales, que tanto aprecio en ciertas historias y en ciertos libros, creo que en lo que si congeniamos Martina y yo es en su estilo musical, hasta en las reflexiones personales sobre el mundo de las relaciones y de las circunstancias personales que le hacen a uno parar y tomar aire mientras piensa en lo que la autora expone. Esto demuestra que no es un libro tan simple como el tema nos puede hacer pensar y que nos da más de lo que le pedimos.Robándole a Lidia Herbada su comparación, creo que este libro es para degustar alegremente en lo que tardamos en tomarnos un par de cafés, disfrutando de una buena tarde en alguno de los lugares donde Martina tiene sus citas o en su sustitución, aquellos que elijamos en nuestros lugares de origen.