Ninguna biografía ni en lo personal ni en lo profesional es una línea recta. En el camino hacia la consecución de nuestras metas y objetivos hay numerosos obstáculos, dificultades y problemas que afrontar y sortear, lo cual sólo es posible teniendo la Actitud adecuada.
Decía Zig Ziglar, uno de los autores incluidos en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 2013, 3ª edic.): «Es tu actitud no tu aptitud lo que determina tu altitud». El propio Donald Trump apuntaba: «Si quiere ahorrar contrate a los mejores. Y los mejores no son los que tienen mejor currículum sino los que tienen mejor actitud».
En mi experiencia hay 4 Actitudes determinantes que nos permiten avanzar y crecer profesional y personalmente. En concreto:
1. ACTITUD ANTE EL MIEDO
El recién fallecido Nelson Mandela decía: «No es valiente el que no tiene miedo, sino el que sabe conquistarlo». La diferencia entre el valiente y el cobarde no está en el miedo –ambos lo tienen– sino en que uno lo afronta y otro huye de él. Todos tenemos miedos, la cuestión es que hacemos con ellos. Se aprende o no se aprende a gestionar. Avanzar en la vida tiene mucho que ver con nuestra capacidad para superar miedos. El filósofo Bertrand Russell decía: «Conquistar el miedo es el inicio de la riqueza». La receta es siempre la misma: siente miedo, pero hazlo de todas la maneras. Miedo afrontado, miedo que mengua; miedo no afrontado, miedo que engorda. El miedo se diluye haciendo, atreviéndose. Si uno por sí mismo no tiene coraje para “atreverse” hay que apoyarse en otros para que nos empujen. El miedo se va achicando a medida que se gana conocimiento y experiencia en algo.
2. ACTITUD ANTE EL RECHAZO
Para avanzar hay que arriesgar: hay que atreverse a buscar socios, hay que atreverse a buscar financiación, hay que atreverse a salir a la calle y vender, hay que atreverse a pedir ayuda... La necesidad de aprobación está muy acusada en algunas personas –las más inseguras– que identifican un ‘No’ con: no le gusta, no soy bueno, no me lo merezco... Jack Canfield (@jackcanfield), autor de Los principios del éxito, escribe: «Para poder tener éxito es necesario aprender a manejar el rechazo. El rechazo es parte normal de la vida. La gente que no acepta ser rechazada nunca logra nada». Mucha gente de éxito ha sido rechazada antes de tener éxito: Stallone, Los Beatles, Graham Bell, Stephen King, los fundadores de Google...
Debes saber que un ‘No’ no es nada personal, no tiene que ver contigo, simplemente que la gente puede tener otras prioridades o no tener tiempo para atenderte. Siempre habrá ocasiones en que te van a decir ‘No’. No le des más vueltas y llama a otra puerta, alguna acabará abriéndose. Es bueno acostumbrarse a que a uno le den ‘calabazas’ porque después de cada vez que ocurre, la siguiente duele menos, y luego llega un momento en que ya no te afecta en absoluto. Se llega así a un nivel en que vas a disparar muchas veces, con lo cual las probabilidades de que te digan ‘Sí’ aumentan: cuantos más disparos hagas, más posibilidades de dar en el blanco. Además, ¿cuál es el riesgo de que te digan ‘No’? Que te quedes como estabas, o sea, ningún riesgo.
3. ACTITUD ANTE EL FRACASO
Ganar es no tener miedo perder. Una estrategia ganadora implica perder necesariamente. Decía el Mariscal Turenne: «El arte de vencer se aprende en las derrotas». Las cosas casi nunca salen bien a la primera, ni a la segunda, ni muchas veces a la tercera. Es una cuestión de ensayo y error hasta dar con la combinación que abre la caja fuerte. Y para ello hay que equivocarse. Las probabilidades de éxito aumentan a medida que ganas experiencia. En España sólo el 33% de los emprendedores que monta una empresa y la tiene que cerrar lo vuelve a intentar; en Francia es el 50% y en Estados Unidos es el 80%, cuando los estudios dicen que de media hay que montar 3,8 negocios para rentabilizar uno. ¿Tiene sentido? Todo el del mundo. De derrota en derrota hasta la victoria final. Como dice Robin S. Sharma (@_robin_sharma), autor de Éxito: una guía extraordinaria: «Si quieres tener éxito, dobla tu tasa de fracaso».
4. ACTITUD ANTE EL APRENDIZAJE
Creer que uno lo sabe todo es el principio de no saber nada. La autocomplacencia es el mayor enemigo de cualquier empresa y de cualquier persona. Nada hace fracasar tanto como el éxito. En cuanto uno baja la guardia, se relaja y disminuye la intensidad necesaria, las cosas se empiezan a torcer. Es fundamental tener una actitud de mejora continua y nunca dejar de estudiar, leer, seguir formándose y buscar mentores. Llegar es difícil, mantenerse lo es aún más. En esta vida no hay término medio, quien no avanza, retrocede. Los mercados cambian, los consumidores cambian, la competencia mejora... lo que obliga a estar al pie del cañón si uno quiere seguir dando guerra. Ya sabes, tu desarrollo personal es tu destino: en lo que te conviertes se refleja en lo que obtienes, por eso nunca hay que dejar de invertir en uno mismo.
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* Hoy os dejo una Entrevista con Xantal Llavina (@xantallavina) en el programa Directe 4 de RNE–Radio 4 [minutos 27—...]
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