Un tema difícil y del que oímos hablar poco es la agresión de los hijos hacia sus padres. Según un estudio publicado en la revista Developmental Psychology, hay cuatro elementos que contribuyen a criar adolescentes narcisistas y violentos:
- Exposición a la violencia.
- Falta de atención.
- Falta de comunicación positiva.
- Crianza permisiva.
La Dra. Esther Calvete, una de las autoras del estudio, sostuvo que “en ocasiones los adolescentes agreden a sus padres porque los mismos padres han sido violentos con los niños o entre ellos. A través de la exposición a violencia familiar, los niños aprenden a ser violentos. Otras veces, es la falta de cariño y comunicación positiva entre los padres y sus hijos, la falta de tiempo de calidad dedicado a los niños, o los estilos de crianza permisiva que no imponen límites.”
Las conclusiones vienen de entrevistas con 591 adolescentes de 20 escuelas distintas. Los investigadores estaban interesados en el vínculo entre el narcisismo y la violencia. “En algunos casos observamos ese elemento del narcisismo: concerniente a los adolescentes que sienten que deberían tener todo lo que quieren, aquí y ahora,” dijo la Dra. Calvete. “Cuando sus padres tratan de establecer límites, los niños reaccionan agresivamente.” Consideran que ellos tienen la razón y que insultar y golpear a sus padres se justifica porque se sienten amenazados ante los límites parentales.
La exposición a la violencia estaba vinculada a agresiones dirigidas hacia los padres
El estudio encontró que una relación distante entre los padres y sus hijos se vinculaba con el narcisismo en el niño. Además, la exposición a la violencia estaba vinculada a agresiones dirigidas hacia los padres.
Otro estudio encontró que el bullying social es tan frecuente en la televisión infantil como las representaciones de agresión física. Y el mayor problema es que son presentados en un contexto humorístico, sin premios ni castigos. “De esta manera, la agresión social en la televisión representa más de un riesgo por la imitación y el aprendizaje que por las representaciones de agresión física,” dijo Nicole Martins, profesora asistente de telecomunicaciones en la Universidad de Indiana de Artes y Ciencias. Por otra parte, una investigación ha encontrado que la exposición a la violencia, además de sus repercusiones inmediatas (agresión, depresión, síntomas del estrés postraumático y dificultades académicas y cognitivas), puede tener efectos a largo plazo entre los adolescentes.
La Dra. Calvete concluye que “si los padres no crían a sus hijos con un sentido de responsabilidad y respeto, es fácil para el niño desarrollar problemas de comportamiento agresivo. Si los padres fueron violentos cuando los niños eran pequeños, se incrementa el riesgo de comportamiento agresivo en los niños. Pero el comportamiento desplegado por los padres y madres no es el único elemento. El temperamento de los niños es otro componente importante, y algunos niños y niñas son más impulsivos y aprenden comportamientos violentos más fácilmente.”
Fuente: Spring