Magazine

4 razones para no ser tacaño en las reparaciones de un piso en alquiler.

Publicado el 24 julio 2017 por Crowdmonkey

4 razones para no ser tacaño en las reparaciones de un piso en alquiler.Lo sé. Quieres maximizar el rendimiento de ese piso que tienes en alquiler y se te hace duro. Pagar la hipoteca, la comunidad, el seguro, etc. Todo eso araña céntimos a los escasos ingresos que obtienes con la renta mensual. Y de repente, un gasto inesperado, ¡zas! Se lo que estás pensando, pero no seas tacaño.

Es inevitable. Si el inquilino te llama porque se ha estropeado la lavadora o porque hay una fuga en el lavabo, no te hace gracia.

Puedes consolarte pensando que es tu obligación como casero mantener el inmueble en buenas condiciones. Y sí, quieres que tu propiedad se mantenga en buen estado para que no pierda su valor. Pero no te hace gracia.

Y lo primero en lo que piensas es en cómo resolver el problema sin gastar mucho dinero:

  • Comprar un electrodoméstico de marca blanca desconocida o acudir en una tienda outlet de un polígono de las afueras.
  • Llamar a ese amigo de tu primo que hace chapuzas por nada y menos, y que lo mismo te repara un grifo que te coloca una lampara.

Al fin y al cabo, la renta mensual una vez descontados los gastos no da para mucho. Cuando consigas que te quiten la cláusula suelo de la hipoteca puede que sí, pero de momento no.

Mi consejo es que no cometas estos errores. ¿Quieres saber por qué?

1. El alquiler es un negocio a largo plazo.

Si tienes que sustituir un electrodoméstico, quieres que el nuevo dure muchos años, a ser posible eternamente. Es normal.

No querrás tener que volver a sustituirlo dentro de 2 años, porque ha dejado de funcionar.

Ni tener que llamar cada dos por tres al servicio técnico, por fallos continuos o piezas que se rompen debido a la mala calidad de los materiales.

Y en caso de que tengas un problema, querrás que sea un servicio técnico eficiente.

Uno que tenga cobertura en tu zona y que tenga los repuestos disponibles para resolver la avería cuanto antes.

Por eso, asegúrate de comprar un aparato fiable, de una marca con solvencia, y con un buen servicio postventa.

A la larga te saldrá barato.

2. Quieres un ingreso pasivo.

Déjame decirte algo. Tu objetivo es que el alquiler te proporcione una renta y no dedicarle demasiado tiempo.

Se trata de un ingreso pasivo, algo que mete dinero en tu bolsillo sin tener que dedicarte a ello cada día.

No quieres estar pendiente de averías cada semana, ni que el inquilino te vuelva a llamar en un par de meses por el mismo problema.

En definitiva, quieres que el problema se quede solucionado a la primera, con materiales de calidad y para siempre.

Si es así, deja las reparaciones en manos de profesionales. Son más eficaces y responden con garantía a los trabajos realizados.

Una buena opción son las empresas de servicios que las mismas compañías de seguro tienen.

En especial, si la vivienda alquilada está en otra ciudad ya que puedes confiar en la calidad del servicio sin tener que conocer a los técnicos locales.

3. Mantén contento al inquilino.

El cambio de inquilino tiene un duro impacto en la rentabilidad de tu alquiler:

  • Pagar al agente inmobiliario por encontrar un nuevo inquilino.
  • Adecentar el piso con una mano de pintura.
  • El tiempo que el piso permanece sin alquilar.

Todo ello hace que tu rentabilidad disminuya de manera drástica, en concreto, si ocurre con cierta frecuencia.

Es mejor hacer que el inquilino se sienta cómodo en tu vivienda y que se quede por muchos años.

Por supuesto, siempre que tenga un comportamiento ejemplar y pague puntualmente. Ni que decir tiene.

En las reparaciones del alquiler tienes la oportunidad de mostrarle tu profesionalidad como casero.

Hazle saber que su comodidad es una prioridad para ti.

Que mientras viva en tu propiedad gozará de un buen servicio, que no siempre está garantizado ahí fuera.

4. Consigue una buena reputación como casero.

A pesar de tus esfuerzos, el inquilino puede decidir irse en algún momento. Un cambio laboral o el crecimiento de la familia pueden motivar esto.

Si has mantenido una buena relación con el inquilino, no dudará en recomendarte y hablar en positivo sobre un arrendador como tú.

Y quizá, en su oficina o entre sus conocidos se encuentre tu próximo inquilino.

Tu buena reputación acelerará el proceso de entrada. Incluso puede permitirte aspirar a cobrar una renta más alta por la calidad y el buen nombre que te preceden.

¿Tienes alguna razón más para no racanear en las reparaciones del alquiler? Si tienes alguna historia que compartir o alguna duda que resolver, quiero oírte.
¡Déjame un comentario!

Volver a la Portada de Logo Paperblog