419.- ¡Eso es! ¡Este es nuestro destino!

Autor: Anthony Peckham. (Libro: John Carlin)
Nelson Mandela: ¿Cómo inspirar a su equipo para que de lo mejor de sí?
Francois Pienaar: (Capitán de la selección de rugby de Sudáfrica): Siempre he pensado que lo mejor es predicar con el ejemplo, señor.
Nelson Mandela: Bueno, eso es correcto. Eso es exactamente correcto. Pero, ¿cómo llegamos a hacerles creer que son mejores de lo que ellos piensan que pueden ser? Eso es muy difícil, me parece. A través de la inspiración, tal vez. Pero, ¿cómo inspirar hacia la grandeza? ¿Cómo inspirar a todo el mundo que nos rodea?
"Invictus", dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon, es la película que traigo hoy hasta el blog. Cuenta los primeros años vividos en Sudáfrica tras la abolición del apartheid y cómo, tras su puesta en libertad en 1990, Nelson Mandela fija su atención en la selección sudafricana de rugby, conocida como "Springboks": un equipo que acumula fracasos y que además no cuenta con el apoyo de la población negra, que lo identifica con las instituciones segregacionistas.
Mandela, que entiende que la fuerza reside en las diferencias, no en las similitudes, convoca al capitán del equipo, y juntos se empeñan en cambiar la mentalidad del pueblo sudafricano y orientarla hacia la unidad nacional, para lo cual resultará indispensable ganar la Copa Mundial de Rugby de 1995 que se disputa en Sudáfrica. En este punto recuerdo una frase de la Madre Teresa de Calcuta: "Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas."
Volviendo al principio y al diálogo de Mandela con el capitán de su equipo: ¿Cómo llegar a creer que somos mejores de lo que pensamos? ¿Cómo podemos prescindir de nuestras limitaciones mentales y ver lo imposible accesible? ¿Cómo podemos olvidar quienes hemos sido hasta ahora y convertirnos en quienes necesitamos ser para alcanzar algo grandioso? Inspiración, sigue siendo la respuesta.
Se nos dice, y es cierto, que cuanto más claros seamos en lo que queremos, más poder tendremos para alcanzarlo y que la fortaleza no proviene de la capacidad física, sino de la voluntad inquebrantable, y que ningún soñador es pequeño y ningún sueño es demasiado grande y que, al fin, el placer de la vida se encuentra en alcanzar las metas que otros creen que no puedes lograr.
Para el final, el poema inspirador que da título a la película...
Invencible
Desde la noche que sobre mi se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen
por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma.
William Ernest Henley (1849-1903) – Poeta inglés