Título: Se requiere madurez emocional ....¡del jefe!....www.trabajandofelices.blogspot.com
____No dudaría del asombro de muchos al ver el título de este post,
porque debería sonar a lógica racional que uno de los atributos que "debería" exhibir alguien con investidura de Jefe, es precisamente tener madurez emocional, empero, ¡cuánta decepción y mala impresión causan muchos de esos susodichos jefes que no están a la altura de sus altos e importantes cargos corporativos!, dando una imagen muy opaca de la gerencia, lo cual por cierto, es una realidad y no piensen que se trata de una ficción literaria. Por cuanto se trata de un tema que suena insólito para algunos (quizás para muchos), me ocupo del desarrollo de algunas ideas que deben llevar reflexión a quienes tienen ese privilegio jerárquico dentro de cualquier empresa. ____La idea de este post no es dar una clase magistral experta del tema de la psicología de la madurez emocional, sino traer ciertas situaciones que se ven en la realidad para formar juicios de valor; no obstante, reconozco que hace falta una referencia a modo de definición que nos permita homogenizar el enfoque. En tal sentido, luego de investigar dicho concepto en muchas páginas de internet, comprobé que la siguiente definición es muy usada por diferentes escritores de la materia:
____Hay algo que no admite discusión de ninguna naturaleza: Si hay un elemento dentro de cualquier empresa que tiene un rol decisivo en su operatividad, es precisa e indiscutiblemente el Jefe. Por ende, la necesidad de que sea un individuo de comprobada madurez emocional, para afrontar con eficiencia y eficacia las múltiples circunstancias, no sólo referente a la producción, sino también lo relativo al adecuado manejo de las relaciones interpersonales orientado a generar un clima organizacional de máxima productividad. Aceptando este axioma como cierto e irrebatible, podemos entonces dar la bienvenida a esas situaciones laborales que antes cité como los argumentos que sustentarán la arquitectura racional y lógica de este post. ____Muchas personas habrán escuchado del Lenguaje no verbal,
y la vasta literatura sobre lo que comunicamos a través de nuestros gestos, expresiones e incluso, emociones. De manera, que en el oficio de Dirección de Personal, las emociones constituyen también un lenguaje. Siendo así, el Jefe debe ser una persona de personalidad muy equilibrada, que tiene que moverse en el péndulo de la justicia y la disciplina, sin resbalarse por las debilidades de la autocracia y la rigidez. Realmente no es fácil, PERO, es lo que se espera de un Jefe. Entonces, partiendo que la AUTORIDAD en la empresa depende del Jefe, ¿cómo asumir la Jefatura de quien no da el ejemplo en las órdenes que imparte?, tal es el caso de quien exige puntualidad a sus subalternos, pero, en su personalidad no existe la cualidad de la puntualidad, y su excusa es, ¡yo soy el Jefe, son ustedes quienes tienen que preocuparse por ser puntuales!. Esa conducta desenchufada de toda disciplina laboral lleva impregnado un tinte de lenguaje no verbal que los subalternos no asimilan, sólo se limitan a obedecer con desagrado a quien carece de ética para exigir, siendo la ética una parte importante e insustituíble a exigir a un jefe con madurez emocional. Son tan importantes las emociones que refleja el Jefe, como también las que experimenta el subalterno ante acciones y decisiones de su patrón. ____De manera que no es signo de madurez emocional el menospreciar, o subestimar, o discriminar, las opiniones y emociones de nuestros subalternos, partiendo del hecho, que un empleado motivado es más productivo, pero, esto se anula cuando el Jefe carece de esa madurez para verlo, valorarlo y aceptarlo como persona. Siguiendo la tónica de los ejemplos, en la línea de las emociones, aplica aquel conocido caso de querer "tratar a la gente como niños", y se aprecia perfectamente en el Jefe que le gusta "lucirse" llamando la atención a su subalterno en forma pública, obviando, cualquier sentimiento que ese empleado pueda tener. Se acuerdan de la definición de Madurez emocional ya expuesta: pues se aplica en este caso al comprobar que jefes con ese modus operandi no toman en cuenta "la realidad de las personas", entiéndase con ello,
que ignoran o se desinteresan por el mundo interno de sus subalternos, de manera que no es cualitativo de Jefe el decir lo que se le antoje y cuando se le antoje, olvidando la máxima que dice "respeta para que te respeten", es decir, ser Jefe es tener valores, conocimiento sabiduría, y APLICARLOS porque "guardados en tu mente" no son tan útiles como aplicados en la realidad. Por muy crítica que sea la situación, madurez emocional patronal es, emocionalmente hablando, actuar siempre con actitudes positivas, expresadas en consideración y respeto hacia los demás.____Entonces, la existencia de madurez emocional (o su ausencia) se expresa en experiencia, actitud, valores, talento, sabiduría, etc, que se espera tenga un Jefe. Otro ejemplo: ¿Qué tipo de mensaje transmite un Jefe cuando es negligente para dar debida y oportuna solución a problemas de su competencia, como compra de equipos o reparaciones mayores?. Lo he visto, y lo digo SIN TITUBEAR: si el jefe es de personalidad light, que no le importa si las cosas funcionan o se reparan, sucederá que esa actitud de dejadez se transmitirá a sus empleados, y a ellos tampoco les importará absolutamente nada, si las cosas se dañan, porque dicen "para qué preocuparme si el Jefe no se preocupa".
____La madurez emocional, es entonces, ese estado interno cultivado y desarrollado en el que el individuo se preocupa en desarrollar una ENERGÍA PERSONAL POSITIVA para afrontar situaciones, de forma que nuestras debilidades naturales no se conviertan en impedimentos, ni nuestras fortalezas se conviertan en espejo de arrogancia ante terceros. Sería también esa condición que nos permite aprender importantes lecciones acerca de nosotros mismos y los demás, y que a la larga, constituyen lecciones necesarias y esenciales para progresar en la vida, desde todo punto de vista, es decir, social, familiar y profesionalmente, así como también en los planos psicológico y emocional. ___Pero la expresión más evidente de inmadurez emocional es la DEPENDENCIA DE OTRO (S). Cualquier nivel de dependencia, en cualquier ámbito, indica inmadurez del individuo, es decir, aún no ha desarrollado el pensamiento y conducta que indiquen que ha superado el infantilismo, visto este no sólo como etapa evolutiva, sino también como patrón de conducta inmaduro. Siempre le he comentado a profesionales recién graduados, que la expresión clara de su criterio profesional, se evidencia cuando pueden abordar e interpretar la realidad con modelos teóricos propios, derivados del modelaje de anteriores aprendizajes que le permiten interpretar la realidad con criterio propio. El jefe que carezca de ese criterio propio, por evidente formación profesional deficiente, siempre será inmaduro en su actuar, es decir, ocultará sus deficiencias en conductas autoritarias, rígidas y que no permiten otras opiniones, por temor a que queden al descubierto sus deficiencias intelectuales.
Quiero finalizar ejemplificando la inmadurez producto de dependencia de otros, derivada de un factor tan negativo como los chismes, porque evidentemente, quien se deja manipular por chismes "carece de personalidad propia". Quede claro que la condición de madurez emocional no es innata de quienes ejercen cargos de gerencia, en todo caso, es un estado emocional que se cultiva y desarrolla. Ahora el ejemplo de cierre: Conocí un caso de un sitio de trabajo, donde la titular de la Gerencia y propietaria del negocio, conoció nuevos amigos a los que permitió involucrarse con el negocio, permitiéndoles chismes de sus empleados que trajeron por consecuencia un enrarecimiento del clima laboral, porque la patrona se dejaba influenciar por terceros ajenos a la empresa, muy por encima de la opinión de sus empleados con años de servicio. En un caso así, aplica perfectamente el título de esta publicación: "Se requiere madurez emocional ....¡del jefe!..." y CON URGENCIA, porque la inmadurez de la patrona ha lesionado la motivación y compromiso de sus empleados.
Una empresa cuya gerencia es llevada por una persona que padece de inmadurez emocional, es una empresa a la deriva.