Revista Coaching

424.- "No me acuerdo de olvidarte".

Por Ignacionovo
Autor: Jonathan Nolan (Relato "Memento Mori").
"Memento"-película de suspense estrenada en el año 2000- cuenta la historia de Leonard, víctima de un trauma cerebral que le causó amnesia anterógrada (pérdida de la capacidad de formar nuevos recuerdos más allá de cierto momento en el tiempo, por motivo de una lesión cerebral) Los pacientes de esta enfermedad, sin embargo, si que son capaces de recuperar con precisión detalles de su vida previos al momento del shock. Olvidan lo cercano y evocan lo remoto.
Leonard, con el fin de "recordar" los sucesos de su vida cotidiana, crea un sistema de fotos instantáneas para tener un registro de la gente con la cual se relaciona, dónde se hospeda y otros elementos básicos para el desarrollo de su día a día. Además de las fotografías, también toma notas y se tatúa pistas del asesino y violador de su esposa, de quien pretende vengarse, y que es a la vez el responsable de la enfermedad que padece.
Simplemente pavoroso: olvidar algo en el mismo instante que se aprende. Olvidar lo que has comido, lo que has soñado, cada nuevo instante que has vivido, lo que has sentido e incluso lo que te ha dolido y que te gustaría recordar, para así poder evitarlo. Olvidar personas, emociones, imágenes, olores, sabores, experiencias, viajes… empezar cada día sólo con lo que llegaste a conocer hasta un momento concreto y sin posibilidad de dominar ya nada más o sólo por unos segundos para después desconocerlo de nuevo.
Pero lo “olvidado”, y ya alejándonos del dolorosos caso del protagonista de la película, no se ha marchado realmente de nuestra conciencia, porque, según señalan los expertos: ninguna experiencia puede destruirse en el plano mental.
Todo lo vivido, sin mediar trauma, debería ser recuperable, otra cosa es que queramos. Según Carl Sagan, tenemos la capacidad de almacenar en nuestra mente información equivalente a la de 10 billones de páginas de enciclopedia, por lo que parece que el no recordar algunos sucesos sea un problema de falta de capacidad, sino más bien de supervivencia, con el fin de prescindir de todo aquello cuya evocación nos provoca pesar. O, simplemente, modificamos lo que vivimos desvirtuando los hechos y ajustándolos a lo que quisiéramos que hubiera ocurrido. "Tú no buscas la verdad. Tú fabricas tu propia verdad".
Como dice el protagonista de la película: "Todos necesitamos recuerdos para saber quiénes somos". "Todos necesitamos espejos para recordarnos a nosotros mismos quienes somos. Yo no soy diferente".
Reflexión final: tiempo es lo que hace falta para dejar que duelan los recuerdos, pero: "Cómo quieres que cicatrice, si no noto el paso del tiempo?".


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