Lo primero que se plantean muchos profesionales es dónde van a recibir a sus clientes y, por tanto, ven imprescindible tener un despacho o un local. Gran error. Si decides esto te estás echando un problema a la espalda desde el minuto cero. Necesitarás, como mínimo, ingresar lo suficiente como para pagar el alquiler de tu despacho. Y al principio es bastante probable que haya meses que lo que ganes no te llegue ni para cubrir el alquiler y pierdas dinero.
Uno de mis lemas preferidos es:
“Piensa en grande, empieza en pequeño”
Iniciar un negocio gastando tus ahorros cuando aún no tienes clientes es muy arriesgado. Habrá negocios en los que es imprescindible hacer una fuerte inversión inicial, pero no es el caso de los profesionales independientes que nos dedicamos a ayudar a las personas con servicios como el coaching, las terapias, la consultoría, el asesoramiento, la formación…
Si es tu caso lo más sensato es empezar sin ningún tipo de gastos fijos. Por ejemplo, sin alquiler de local. Y si ya lo tienes, lee las alternativas que te propongo y plantéate dejarlo. No serías el primero que deja de pagar un despacho y se va a trabajar cómodamente desde su casa.
Lo que te recomiendo es que conviertas todos los gastos fijos que puedas en gastos variables. Estas son las opciones que tienes:
1. En vez de alquilar un local por meses, alquila un despacho, una consulta o una sala de reuniones por horas, SÓLO cuando tengas que recibir a un cliente. Así el gasto del alquiler se convierte en variable. Sólo pagas alquiler cuando tienes un cliente. Si no, no.
2. Cuando ya tengas cierto volumen de clientes, un término medio entre el alquiler por horas y el alquiler mensual es alquilar un despacho de forma fija, por
ejemplo, una mañana a la semana, y concentrar todas tus visitas de clientes ese día cada semana. Siempre y cuando esta opción vaya bien para ti y tus clientes, claro. Si no, sigue
con el alquiler por horas, que es más flexible.
3. Crea acuerdos con otros profesionales que sí tengan local para atender a tus clientes en sus instalaciones a cambio de una comisión.
Quizás incluso podáis colaborar y referiros clientes mutuamente.
4. Según los servicios que ofrezcas también puedes ir tú a visitar a tus clientes, así que no necesitas el despacho para nada. Puedes
trabajar desde tu casa.
5. Aprovecha la tecnología y presta tus servicios por teléfono o a través de internet: por Skype y por email. Ésta, a mi parecer, es la mejor
opción. Además de ahorrarte un alquiler, te permite ahorrar tiempo y dinero en desplazamientos, trabajar cómodamente desde tu casa en zapatillas y abrirte a un mercado mucho más amplio que el de
la zona donde vives.
No te limites pensando que tus servicios siempre se han prestado de forma presencial y que tus clientes no te van a querer contratar si sólo les atiendes a través de internet. Piensa que precisamente habrá personas que viven lejos de ti que así tienen la oportunidad de trabajar contigo. Y yo tengo clientes que viven relativamente cerca y prefieren hacer las sesiones por Skype porque ellos también se ahorran tiempo y dinero en desplazamientos. Es sólo cuestión de probarlo y las personas en seguida se acostumbran a hablar a través de la pantalla. Es casi como estar cara a cara.
Para terminar, quiero remarcarte que estas alternativas son válidas tanto si estás empezando como si ya tienes muchos clientes. Pero las recomiendo especialmente en el primer caso porque si no puede que en pocos meses tengas que abandonar.
En cierto modo tener un local te puede estar limitando aunque ya lleves tiempo en tu negocio. Quizás estás perdiendo oportunidades por no ser flexible cuanto al lugar donde atiendes a tus clientes.
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Sandra Llinares es fundadora de la EscuelaEmprenderConExito.com y creadora del “Sistema Más y Mejores Clientes”, el método en 10 pasos con el que ayuda a profesionales independientes a llenar sus agendas en tiempo récord con el tipo de clientes que les gustan y que les pagan lo que se merecen, para que puedan vivir la vida que quieren haciendo el trabajo que les apasiona.
Es coautora de Coaching en la práctica: 10 historias reales de éxito (Ed. Amat) y autora de Conferencias que Venden (eBook).