Orientar las acciones de la vida, enfrentarnos a un nuevo trabajo, a un nuevo reto conlleva siempre poner de nuestra parte. En este sentido, cuando queremos conseguir un objetivo o cumplir un proyecto es cuando entra en juego la motivación. Ésta es un fenómeno de la naturaleza humana, que hace que las personas orienten sus acciones con mayor o menor esfuerzo para alcanzar objetivos, superando todo tipo de obstáculos.
Cada individuo es un mundo, esta es una verdad universal, así, cada uno de nosotros poseemos un potencial ilimitado de entusiasmo del que podemos utilizar en mayor o menor medida en función de las ganas que tengamos de conseguir nuestro objetivo. Así, cuando uno utiliza toda su energía, ánimo, fuerza y ganas, el objetivo perseguido podrá ser alcanzable, mientras que si trabajamos con desanimo, poca fuerza o energía, no se llegará a la meta propuesta.
La motivación es un fenómeno que ha sido siempre objeto de estudio, tanto como como su influencia en la manera de hacer de las personas. Existen, por lo tanto, diferencias entre las personas en su grado de motivación y en sus interese.
El objetivo que perseguimos es ayudar a que aquellas personas que persiguen objetivos en la vida sean capaces de lograrlos con un cambio de actitud que siempre comienza por uno mismo.
He aquí algunas pautas para emprender proyectos y conseguir entusiasmo:
- Siempre positividad: es importante plantearse metas que a uno le resulten interesantes y sobre todo realistas. Cuando nos proponemos objetivos inalcanzables lo más probable es que caigamos en la frustración.
- Analiza tus fortalezas y debilidades: al igual que hablábamos en el apartado anterior sobre establecer metas realistas, es importante también ser realista y conocernos a nosotros mismos. Antes de comenzar a trabajar en un propósito es importante que analicemos aquello con lo que contamos, es decir, debemos conocer las ‘riquezas’ y también las ‘carencias’ que poseemos.
- Comparte tu entusiasmo: sabremos si estamos lo suficientemente motivados cuando somos capaces de contagiar nuestra motivación al resto. Cuando podemos motivar a otras personas nos motivamos también a nosotros mismos y realizamos con excelencia nuestro trabajo.
- Muestra interés por los demás: cuando conocemos mejor nuestro entorno nos conocemos mejor también a nosotros mismos. Dedica atención a los asuntos de los demás y obtendrás información sobre las personas que le ayudará a hacer mejor su trabajo y se contagiará la motivación.
- Habla con entusiasmo: la comunicación es la mejor forma de hacer saber a los demás lo motivados que estamos en nuestro trabajo. Utiliza mensajes positivos. Infunde ánimo con tu tono de voz y frases cargadas de positivismo.
Ánimo, fortaleza, persistencia y capacidad de decisión son las claves de las personas emprendedoras que son capaces de llevar a cabo acciones para conseguir aquello que se proponen, o dicho de otra manera: lograr sus metas.