Probablemente creaste tu blog con una idea. Con un objetivo, más o menos ambicioso, que te planteaste alcanzar. Probablemente ese objetivo sea imposible e inviable sin una audiencia que lea lo que escribes, con lo cual, podríamos decir que, tu objetivo es la cúspide de una pirámide, el último escalón al que le preceden muchos y diferentes escalones.
En primer lugar está el primer escalón al que todos nos enfrentamos: “¿Sobre qué escribo?”, en los siguientes escalones, estarían las crisis del tipo: “¿Para qué molestarme si hay gente mucho más buena que yo?” o “Debería estar escribiendo ahora y no lo estoy haciendo”. Siguiente escalón: crear contenido de forma constante y consistente con aquello que quieres transmitir. Tus entradas te transmiten a ti, transmiten tu marca, tus intereses, aquello de lo que sabes o aquello sobre lo que estás aprendiendo. El escalón siguiente sería, una vez que tienes un volumen de contenido razonable, tener más lectores que tu tía o tu madre, ser visible y, en definitiva, hacerte escuchar.
No es una tarea fácil. Conlleva mucho trabajo, coordinación, constancia y, sobre todo, paciencia. Pero hay 5 claves que quizá, si estás en ese proceso de decirle al mundo: “Eh, ¡estoy aquí! Y esto puede interesarte”, puedan ayudarte:
1. Tú:
No es que tú mismo puedas ayudarte, que también, sino que una de las claves para hacerte escuchar es comunicarle al mundo QUIÉN ERES. La gente puede llegar por casualidad a tu blog, leer uno o dos posts y después irse sin más pena ni gloria. Por eso, tienes que transmitir en cada entrada, en cada red social, en cada letra y en cada píxel de tu blog quién eres, por qué tienen que escucharte, qué puedes aportar.
2. Focalízate:
No se trata de estar en todas las redes sociales, sino en aquellas que son más adecuadas para ti. Leí una vez que más vale ser eficiente en una única red social que tener un perfil desatendido en cada una y es la pura verdad. Por ejemplo: al principio, mi única red social era Twitter, después lo intenté con Pinterest y, al ver que no se adecuaba a mis necesidades (apenas tenía tiempo, inspiración o ganas de interactuar en ella), me pasé a Instagram. Y es que prefiero focalizarme en aquellas redes sociales en las que me es fácil y sencillo interactuar o subir contenido… En mi caso, valoro mucho la funcionalidad y la inmediatez (poder acceder desde mi móvil en mi POCO tiempo libre, compartir contenido con tocar dos botones), antes que tener que dedicarle mucho tiempo. Además, herramientas de programación como Hootsuite, me hacen la vida todavía más fácil. Aunque si tuviera 10 perfiles… sería otro cantar. Así que recuerda: para hacerte oír en redes sociales, prioriza calidad sobre cantidad.
3. Crea contenido digno y de calidad:
Crea contenido con el único objetivo de que merezca la pena el tiempo que alguien va a emplear en leerlo. No hagas a la gente perder la mañana rebuscando entre un batiburrillo de párrafos sin el menor sentido. Crea contenido útil, práctico y sobre todo, que aporte un valor añadido sobre ti y sobre tu marca. El contenido que creas está estrechamente ligado con la imagen que proyectas de ti mismo. Qué menos que hacerlo con un poquito de cariño, ¿no?
4. Tus redes:
Hacerte escuchar también tiene que ver con las redes que construyas. Y en este punto no me refiero sólo a redes sociales, sino también a otro tipo de redes como compañeros de trabajo, clientes, socios o gente con la que colabores de vez en cuando. Ellos también son parte de esa pirámide de la que hablaba al principio del post y en realidad, también pueden ayudarte a hacerte oír. Eso sí, no esperes recibir sin dar nada: primero, escúchales tú a ellos.
5. Diferénciate:
Tienes una serie de cualidades, de aspectos o de valores (llámalo X), que te hacen un ser único e inigualable. En el mundo del blogging y de la presencia online, esas cualidades que te hacen único tienen que estar a la vista, para poder diferenciarte. Marcar una diferencia, que alguien sea capaz de detectarte, aportar un valor especial a lo que haces, es fundamental para hacerte escuchar. Es parecido a ir a un partido de fútbol: se diferencia antes una pancarta original que a una persona gritando junto a 50.000 personas que gritan también, ¿verdad?