No podemos negar que hay ocasiones en nuestra vida que las comienzan a salir mal y no parecen mejorar.
El problema es que muchos de nosotros no sabemos reaccionar cuando este sucede, pero te tenemos una excelente noticia, no todo va mal, hay algo que va bien, y es que tú sigues siendo tú mismo, sigues teniendo un cerebro que puede ayudarte a solucionar o controlar, al menos en parte, la situación que estás viviendo. Perder la calma no es una opción, es necesario mantenerse tranquilo y relajado en la medida de lo posible y mantener la cabeza fría.
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Aquí te damos unos consejos para mantener la calma cuando todo va mal.
- Identifica las señales de tensión en tu cuerpo
Será importante que te fijes en qué te dice tu cuerpo cuando estás ante una situación complicada. Es posible que sientas cómo se tensan los músculos, cómo se acelera tu respiración o tu corazón o, incluso, cómo sube tu temperatura corporal.
Cada persona tiene unas señales diferentes. Debes saber identificarlas cuando aparezcan para estar preparado para poder llevar a cabo los consejos siguientes.
- Respira hondo
El control de la respiración es indispensable para mantener la calma. Cuando estamos bajo presión, con un alto nivel de estrés, respiramos más superficialmente ya que el cuerpo está preparado para el ataque o la huida.
Concéntrate en la respiración e intenta que sea más profunda y más calmada. Haz una inspiración profunda, aguanta el aire unos 5 segundos y expúlsalo lentamente. Repítelo tantas veces como sea necesario.
- Concéntrate en otra cosa
Ante las situaciones complicadas, muchas veces nos encontramos con que no podemos parar de pensar continuamente en ello, e intentamos evitarlo, pero cuanto más lo evitamos, más nos viene a la mente. ¡No pienses en un elefante rosa! Y aparece como por arte de magia en tu cerebro. Intentar no pensar en algo es pensar en ello.
Así que no intentes no pensar en el problema, simplemente, concéntrate en otra cosa. Visualiza un paisaje en tu mente, escucha música, mira por la ventana, conéctate a internet y mira vídeos de gatitos o coge un buen libro de esos que enganchan y lee.
- Muévete
Activar tu cuerpo físicamente hará que toda la energía y la tensión que has detectado en tu cuerpo se concentre en una actividad productiva. La actividad física calma la ansiedad y relaja el cuerpo y la mente.
- Mastica un chicle
Para muchas personas comer es una solución para rebajar los niveles de estrés o de nervios. Como no queremos solucionar un problema y crearnos otro (depende de lo que comas puedes acabar con tu dieta en un momento), lo más recomendable es mascar un chicle sin azúcar.
Para que funcione mejor debes hacerlo de forma consciente, haz mordidas lentas, saboreando el gusto del chicle y notando cómo este se mueve por tu boca. Con este ejercicio, además, estarás focalizando tu atención fuera del problema.
Fuente de Información: gutenberg.rocks