Revista Blog

5 elementos que te están impidiendo crecer

Por Lorena White @lorenagwhite

Siempre, quizá porque mi madre me lo ha inculcado desde que era una niña, he buscado crecer un poco más. En casi todos los ámbitos de mi vida, siempre he querido aprender más, sentir más, ser mejor… No por pura ambición, sino casi por egoísmo: yo quería seguir creciendo, no quería estancarme.

Crecer implica muchas cosas, pero sobre todo implica aguantar el dolor, sacrificarte y aprender. Aguantar el dolor que supone sentirte pequeño, pensando que otros crecen, que avanzan y tú no; aguantar el dolor de dudar de ti y de tus capacidades. Aguantar el dolor del miedo. Sacrificarte porque no siempre los demás estarán de acuerdo con el camino que has tomado para crecer, porque probablemente el crecimiento vaya acompañado de trabajo y porque también conllevará tiempo, puede que mucho en ocasiones. Aprender porque si no aprendes, no es crecimiento. Crecer como persona, como profesional o como ser humano, implica aprender cosas que te posicionan en otro momento, en otra onda: ahora sabes lo que sabes y eres distinto que hace cinco años, ¿verdad?

elementos-que-te-estan-impidiendo-crecer

Sin embargo, y aunque a todos nos debería motivar crecer y el simple hecho de crecer debería ser suficiente objetivo, hay elementos que juegan en nuestra contra. Muchas veces, nos hacen salirnos del camino, nos hacen sentirnos incapaces, nos hacen dudar de nosotros mismos. Otras veces, nos aliamos con ellos y los convertimos en excusas. Y entonces sí, ya estamos perdidos.

Estos elementos son 5 y se llaman:

1. Duda:

Dudar de nosotros mismos y de nuestras capacidades, sobre todo cuando nos enfrentamos a situaciones desconocidas, es absolutamente normal y natural. Por mucha confianza que tengas en ti mismo, siempre habrá momentos en los que dudes. Dudarás de si estás preparado, dudarás de si estás haciéndolo bien o mal, dudarás de si serás capaz o no.

Contra la duda en uno mismo no hay más remedio que la autoconfianza y saber que, en cualquier momento, podemos cometer errores y fallar. Ser conscientes de nuestra propia debilidad nos hace, de alguna manera, fuertes en el fondo. Y eso es bueno para crecer.

2. Pereza:

Nos encanta retrasar las cosas. Sobre todo cuando vemos el final muy lejano. “Ya habrá tiempo”. “Ya llegará el día en que…”. “Algún día haré…”. Retrasar cosas, que probablemente impliquen el dolor, el sacrificio e incluso el aprendizaje que te comentaba antes, no es más que un síntoma de algo mucho peor, que puede volverse crónico y ser lo que nos impida avanzar durante toda nuestra vida: la pereza. El puñetero “Por qué hacerlo hoy si puedo hacerlo mañana” o el manido (pero cierto) “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Tú decides.

3. Falta de tiempo:

Este es el elemento que más influye en tu crecimiento y el que más susceptible es de convertirse en tu excusa. Simplemente por lo sencillo que es ponerlo como motivo de que no estamos haciendo nada. “No actualizo mi blog por falta de tiempo”. “No practico deporte por falta de tiempo”. “No hago X por falta de tiempo”. Y así sucesivamente… Una excusa que, a priori, nos autoconvence pero que, en el fondo, sabemos que es exactamente eso: nuestro comodín.

Pero en el fondo sabes, porque lo has conseguido en otras cosas a lo largo de tu vida, que si realmente algo te interesa, vas a por ello, sacas horas de donde no las hay y lo consigues.

4. Ambiente:

Muchas veces es el propio ambiente en el que nos movemos, el que nos impide crecer, el que nos limita, el que hace que desaprovechemos todo lo que podemos ser y el que hace que no estemos dando el 100% de nosotros. A veces es el ambiente el que nos hace mantenernos pequeños, discretos y en un rinconcito en el que no destaquemos. Esto se ve mucho en el mundo laboral y no puede ser más contraproducente.

Lo mejor que puedes hacer es detectar por qué ese ambiente te limita y, sobre todo, qué puedes hacer tú al respecto para cambiarlo.

5. Miedo:

Hace poco te conté que, si querías, podías transformar tu miedo en cualquier cosa. Hoy me reafirmo, y con más razón, porque probablemente el miedo es lo que, en la mayoría de los casos, te va a impedir crecer. Puedes tomártelo como algo normal, común a todas las personas, y tirar hacia adelante enfrentándote a él, o dejar que te paralice. Como en todo, al final tú eres quien decide.


Volver a la Portada de Logo Paperblog