Si finalmente te decides por completar algunas de las rutas que te proponemos o algún tramo concreto de la misma, te recordamos la importancia de la seguridad en un viaje por carretera.
Es recomendable pasar con nuestro coche por el taller unos días antes del viaje.
O consultar una guía de los principales talleres mecánicos en Jaen para poder hacernos con piezas de sustitución para reparar frenos del coche en villacarrillo por ejemplo si ocurriera algún imprevisto o para tener siempre un teléfono útil al alcance de la mano.
5 hermosos lugares que no puedes dejar de visitar en Villacarrillo (Jaen).
Sendero de la Osera.
El Sendero de La Osera se encuentra al Este de Mogón dentro del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas y es una de las rutas de mayor encanto de toda la Sierra de las Villas.
Entre grandes cortados de piedra y valles descubrimos una gran riqueza de flora (arce, boj, madroño, tejo, pinares, nogales, encinas, ...) y fauna (buitres leonados, águilas, halcones,...), así como maravillosos miradores desde los cuales podremos observar paisajes únicos.
A lo largo del río podremos disfrutar de grandes saltos de agua y de varias pozas hasta llegar a la magnífica cascada de La Osera que fluctúa su belleza en función de la capacidad de embalse del Aguascebas. Después de abundantes lluvias el embalse rebosa, y la Cascada de la Osera se puede admirar en todo su esplendor.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, es un soberbio edificio de magnífica arquitectura griega, en el que coexisten las últimas formas del gótico y las primeras manifestaciones del renacimiento. Fue construida por el arquitecto y escultor Andrés de Vandelvira (Alcaraz, 1509-1575), que casó con la vecina de esta ciudad Luisa de Luna.
Las obras de construcción se inician hacia el año 1540, asentándose el proyecto vandelviriano sobre el primitivo castillo de Mingo Priego. Una vez terminado el templo se construye la sacristía, sobre lo que hasta entonces había sido parroquia de Santa María del Castillo.
La Puerta de Sol y la Puerta de la Umbría constituyen los accesos principales al templo. La primera, tiene en su parte superior una balconada corredor, con tres arcos rebajados y un bello antepecho calado, donde descansan cuatro columnas, dos aisladas y dos adosadas a los muros laterales. La Puerta de la Umbría es de una gran sobriedad, está dividida en dos planos, uno superior con cinco estribos y entre ellos cuatro ventanales con vidrieras.
Embalse del Aguascebas.
El embalse de Aguascebas es posiblemente uno de los más reconditos de la provincia de Jaén.
Aunque no posee mucha capacidad, sí es de los más bellos: sus aguas azules y frías sólo se rompen por el salto de alguna trucha en un entorno alpino.
Este sendero parte de la carretera de El Tranco a Mogón en la confluencia con un pequeño cortijo para volver a ella tras rodear por el este del embalse de Aguascebas sobre la carretera de la Fresnedilla.
Uno de los parajes más atractivos es el cruce del Arroyo Agraceñas del Chorrogil por la Cañada del Avellano, en cuyas inmediaciones está la Cascada de Chorrogi, con una caida de unos 45 metros, que según las precipitaciones caerá con más o menos agua, siendo espectacular después de las lluvias. Son características las formaciones de toba asociadas a esta cascada.
Durante el recorrido podremos observar la abundancia de antiguos cortijos y eras en el valle, memoria de otras épocas. Pinos laricios, sabinas moras e incluso bojs nos acompañarán.
Iglesia Nuestra Señora de los Angeles
La Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción (BIC), obra de Andrés de Vandelvira, fue declarada Monumento Nacional en 1931. Construida sobre restos de un antiguo castillo de origen musulmán, conserva la única torre que queda de esta antigua fortaleza.
Bajo este monumento, se construyó un refugio antiaéreo con una longitud de 287 metros que discurre en su mayoría por debajo de la parroquia.
La visita continúa por la recientemente restaurada Iglesia de Santa Isabel de los Ángeles, de finales del siglo XVI o comienzos del XVII.
Cueva de la Lobera.
Se trata de un santuario rupestre de entre los siglos IV y III a.C. Este lugar ibérico sorprende por su posición estratégica, ya que fue límite de un importante territorio donde las gentes acudían periódicamente a rendirle culto a los dioses.
En este increíble yacimiento se recuperaron numerosos exvotos ibéricos (conocidos como "muñecos") y que hoy puedes contemplar en su Museo del Santuario Ibérico de Castellar.
Cuando te acerques a este lugar recuerda que fue un sitio sagrado para las gentes del Alto Guadalquivir en la antigüedad, un sitio respetado donde moraban sus dioses.
Una pequeña senda de poco más de 500 metros te llevará hasta la cueva. Recorre esta ruta y disfruta del paisaje, piensa que hace unos 2.500 años por ese mismo camino anduvieron los iberos conocedore
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