5 maneras de prevenir una plaga en el huerto

En el huerto podemos sufrir ciertas plagas de insectos dañinos que pueden llevar al traste el trabajo de muchos meses. Estas plagas pueden llegar a perjudicar seriamente nuestros cultivos y tirar por la borda una magnífica cosecha. Entre las más conocidas destacan las plagas de pulgones, moscas blancas, arañas rojas y trips.¿Cuando los insectos dañinos se convierten en plaga?Estos insectos dañinos se convierten en plaga cuando sufren un aumento descontrolado de su población. Normalmente estos insectos incrementan su población de manera alarmante cuando encuentran un ambiente propicio para su bienestar.Si quieres evitar una posible plaga en tu huerto te vamos a hablar de 5 maneras que tenemos para prevenir su aparición.1) Crear la máxima biodiversidad en nuestro huerto cultivando todo tipo de plantas aromáticas y flores junto a las hortalizas que van a propiciar la aparición de insectos beneficiosos para el huerto y que son depredadores naturales de los insectos dañinos como las mariquitas y los orius. 2) No utilices agentes químicos para mejorar la estructura o fertilidad del suelo a la larga destruyen los microorganismo beneficiosos que se encuentran en el suelo.3) Realiza asociaciones y rotaciones favorables de cultivos para evitar que un insecto dañino se encuentre cómodo siempre en los mismos cultivos.4) No abones con abono que contenga un exceso de nitrógeno esto va a provocar que las plantas estén más débiles y sean presas fáciles de insectos como los pulgones.5) Respecta siempre los calendarios de siembra, esto asegura que la especie en cuestión es cultiva en su momento y se desarrollará adecuadamente de lo contrario su desarrollo no va a ser el correcto siendo más débil ante el ataque de insectos dañinos.Estos serían 5 de los principios básicos para prevenir la aparición de un plaga que puede conllevar consecuencias graves en nuestro huerto.En caso de que la plaga ya este instalada en las plantas recurre a tratamientos de choque con insecticidas ecológicos como el jabón potásico y el purín de ortiga.