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¡Hola hola! Semana de San Valentín, y muchos os estaréis preparando para celebrar con vuestro churri el sábado por la noche. Yo la verdad no lo festejo, básicamente porque ese día siempre trabajo… Pero como muchos sí que prepararán algo especial para el 14 de febrero, hoy el post viene romántico. Primero pensé en ofreceros una lista de restaurantes que a mí me gustaban, pero estos días ya he visto tropecientas mil listas en Twitter, así que decidí ampliar las miras y ofrecerte algo más extenso geográficamente y más personal: 5 miniplanes románticos en 5 ciudades románticas para que conmemores el Día de los Enamorados… Y si no lo celebras igual te sirve esta lista para cualquier ocasión especial con tu pareja.
Para hacerla decidí tirar de amigos foodies que vivieran en distintas ciudades españolas además de Madrid que es donde vivo yo. Mi planteamiento fue: un restaurante romántico para cenar y qué harían antes o después con su pareja para completar la velada (sin incluir intimidades, claro). Comenzamos…
Barcelona
En la Ciudad Condal la guía ha sido Mónica Castelao, autora del blog Galicious y socia de Instinto Humano. Su opción para una cena romántica, o simplemente una cena íntima es el restaurante Abac, situado en el hotel del mismo nombre y dirigido por el televisivo y 2 estrellas Michelín Jordi Cruz, “es un restaurante tranquilo, en la parte alta de la ciudad, en un entorno chic, sin estridencias, con las mesas justas, suficientemente separadas y bien ubicadas como para que las conversaciones de otras mesas no interfieran la propia y, sobre todo, espectacular por su oferta gastronómica”.
Obviamente, no es un restaurante barato, pero si te encanta celebrar San Valentín vale la pena el esfuerzo, tienen dos menús degustación, y vi en la web que el hotel dispone de escapadas románticas para completar la noche, aunque Mónica me comentó que ella, después de cenar, se iría a otro lugar, bajaría a la terraza del Club Miramar, en la montaña de Montjuïc, que ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad.
Club MIramar, Barcelona.
Luego, para terminar el plan, me dijo que buscaría alojamiento en otro lugar impresionante, el Hotel W, (el edificio que parece una vela en La Barceloneta), “reservaría una habitación con vistas al mar, en el piso más alto posible, en el Hotel W. Y si me garantizan que hay tormenta, la noche pasaría de romántica a inolvidable”. Mola el plan ¿no?
Valencia
Para el San Valentín de Valencia me dio su opinión una referencia en materia de restauración y marketing, Erika Silva, creadora de la Escuela de Marketing Gastronómico. El restaurante romántico que eligió fue Mar de Avellanas, por “buena atención, excelente producto y mejor relación calidad-precio. Los platos son muy creativos y llenos de sabor, dos premisas imprescindibles para sorprender a cualquiera”. Si ella lo dice, por algo será, que la chica tiene experiencia en el sector. Yo no lo conozco, pero en las imágenes se ve acogedor y tiene una iluminación cálida que me encanta. Además, ofrecen durante esta semana un menú San Valentín a 30 euros por persona tanto para comer en el local como para pedir a domicilio (en el caso de que tengas o quieras quedarte en casa) que tiene muy buena pinta, así que si estás en la capital valenciana ya puedes ir reservando.
Mar de Avellanas, Valencia.
Para terminar la noche, Erika opta por un coctel junto al mar, en un sitio como Vivir sin Dormir, en la playa de La Malvarrosa, en buena compañía y con unas vistas relajantes.
Santiago
Nos vamos al norte de la mano de la otra mitad de Instinto Humano, Fidel Martín. Él vive en Santiago de Compostela y ha ideado un plan romántico de lo más chulo y muy completito. Para cenar ha sugerido un precioso lugar, se llama A Tafona, y tiene una ubicación muy céntrica, “está enclavado en un edificio histórico y es sin duda uno de mis imprescindibles en la ciudad. Su decoración, y por supuesto su cocina, hacen que sea un sitio ideal para una cena tranquila y en buen ambiente”. La verdad es que solo con ver las imágenes corroboras lo atractivo del establecimiento.
Como el restaurante está cerca del casco monumental, Fidel sugiere después de comer un paseo por las calles empedradas de la ciudad gallega hasta llegar a la icónica plaza del Obradoiro con la fachada de la catedral maravillosamente iluminada, y de allí una caminata por el paseo de La Herradura en el parque de La Alameda que te permitirá ver las luces y siluetas de toda la zona histórica con alguna neblina posiblemente. Ese paseo te llevará, para concluir, al hotel AC Palacio del Carmen, un “antiguo convento rehabilitado hace unos años que conserva la ‘magia’ de Compostela”. Si estuviese en Santiago no me perdería este plan.
Imagen: Sergio Carlos Moreale
Málaga
Y del norte pasamos al sur del país guiados por un madrileño que durante un tiempo trabajó y vivió en una de las ciudades más encantadoras de Andalucía: Málaga. El conductor para este San Valentín es Iñigo Arozarena, chef y hostelero (y mi pareja). Para él, Málaga tiene unas cuantas opciones románticas para hacer el próximo sábado, un paseo por La Malagueta o por las calles del centro, rehabilitadas hace un tiempo… o la visita y caminata por un monumento histórico que ha visto el paso de los años y que él sugiere recorrer antes de ir a cenar, “junto al Teatro Romano y al renacentista Palacio de la Aduana, en un enclave curioso puesto que podemos observar en apenas 20 metros tres arquitecturas completamente distintas, allí está la entrada a la Alcazaba”.
Este edificio es uno delos monumentos más representativos de Málaga, el paseo por sus espacios es de apenas 20 o 30 minutos (eso sí, cuesta arriba, no ir en tacones), y se va subiendo en zigzag por la montaña de Gibralfaro. “Sus jardines, sus fuentes, sus torres… unos minutos de silencio dentro de la ciudad que nos llevan a otra época, y un paseo que nos conducirá hasta el mirador, donde se puede ver la tranquilidad del mar”.
Terminado el paseo el plan es bajar de nuevo y justo a los pies de la muralla árabe se encuentra la taberna Uvedoble, un local pequeñito que siempre está lleno (reservar con tiempo), en el que se pueden degustar vinos de la tierra (D.O.Ronda) y una carta moderna con tapas y medias raciones ideales para compartir en pareja, “mis recomendaciones: huevo poché con patatas paja y salchichas, magret de pato y calabaza, y albóndigas de rabo de toro guisadas”. Lo siento, no conseguí imágenes de estas sugerencias…
Tataki de atún con porra antequerana.
Madrid
Finalizamos con Madrid, y puesto que yo vivo aquí, curro en restauración y estaré trabajando el sábado, voy a sugerirte un plan un poco subjetivo de principio a fin, el que yo haría.
Me iría en la tarde, temprano, al Palacio de Cibeles, (la actual alcaldía) donde hay un centro cultural en sus espacios llamado Centro Centro, que alberga diferentes exposiciones y actividades, me gusta porque el edificio en sí es bellísimo, recorrerlo y “saborearlo” es una pasada, además de que suelen tener exposiciones interesantes. De allí me iría en dirección hacia el Retiro, e iría tomando cañas para comenzar la velada. Lugares en ese trayecto hay muchos y para todos los gustos, yo me detendría en el Harina que hay en la plaza de la Independencia por ejemplo, y si hace buen tiempo me sentaría en la terraza a tomarme una caña y mirar la Puerta de Alcalá, un monumento que da igual que lo vea miles de veces, me parece hermoso y me encanta contemplarlo. Otra opción es tomarse una caña en el Café Murillo, un sitio chic dentro del barrio de Los Jerónimos que está muy bien. Después entraría de lleno al parque.
Palacio de Cristal, Parque del Retiro.
No me voy a extender en este punto pero es mi lugar favorito de toda la ciudad, lo camino y lo camino y siempre encuentro rincones preciosos, fotografiables (es el sitio en el que hago más imágenes), y los atardeceres últimamente con este invierno son espectaculares. Un paseo romántico por el Parque del Retiro no puede faltar si estás en Madrid, e incluso una caña en una de sus cafeterías estaría muy bien.
De allí me iría a mi restaurante favorito, porque trabajo en él (momento publi) la cocina que se ofrece me consta que se hace con cariño y la elabora mi chico, y es un lugar pequeñito con siete mesas, justo para una cena romántica, Cinco Sentidos. Sugiero probar el pulpo asado con chips de verduras, el huevo poché con salteado de boletus y crujiente de jamón y los chipirones encebollados.
Pulpo asado con chips de verduras.
El post salió largo pero espero que te haya gustado. Sea en estas ciudades o en cualquier rincón del mundo, que pases un feliz día de San Valentín.
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