Gemelos y mellizos son términos diferentes que designan a dos bebés que han compartido una misma gestación pero en dos procesos distintos. Los gemelos son dos bebés idénticos que comparten útero en el embarazo y han sido concebidos a partir de un mismo óvulo. Tras la concepción, se forma un cigoto y éste se divide en dos dando lugar a dos fetos.
En el caso de los mellizos, la fecundación se ha producido en dos óvulos y en ella han intervenido dos espermatozoides, el resultado son dos embriones distintos que se desarrollan al unísono, pero que no serán idénticos, será como los hermanos que han nacido en partos diferentes. Claro, que en ambos casos, la similitud es que la futura mamá espera dos bebés, lo que provoca necesidades y una atención algo diferente a la de un embarazo de un solo bebé. Para saber más, hoy queremos compartir con vosotros 5 particularidades de un embarazo de gemelos o mellizos.
1. Más calorías diarias
En un embarazo de un solo bebé los expertos recomiendan un aporte adicional de 300 calorías por día para suplir las necesidades del desarrollo del bebé. En cambio, en un embarazo de gemelos o mellizos, la mayoría de los expertos recomiendan un aporte extra de 1.000 calorías diarias.
Una futura mamá con un IMC (Índice de Masa Corporal) normal debe aumentar entre 11 y 15 kilos de peso durante el embarazo, en un embarazo gemelar, el incremento de peso se establece entre los 16 y los 23 kilos.
2. Buena hidratación
Durante el embarazo es necesario disfrutar de una correcta hidratación, la futura mamá debe tomar suficiente agua a lo largo del día, pero teniendo la precaución de beber un poco menos por la noche para no tener que ir tantas veces al baño.
Durante la gestación se producen muchos cambios en el organismo, algunos de ellos requieren un mayor aporte de líquidos (preferentemente agua), se puede citar la formación del líquido amniótico, el mayor consumo energético, el incremento del volumen de plasma… Los expertos recomiendan un aporte mínimo de entre 2 y 2’5 litros de agua al día en un embarazo normal, si se esperan gemelos se puede incrementar entre 0’3 y 0’5 litros por día.
3. Dieta sana para tres
Las futuras mamás deben mantener una dieta sana y equilibrada que les aporte los minerales y las vitaminas necesarias para el correcto desarrollo de los fetos. Los complejos vitamínicos y suplementos sueles ser necesarios, en el caso del hierro, al margen del aporte recibido a través de la dieta, se recomienda tomar un suplemento de un comprimido al día durante el primer trimestre, y dos durante los siguientes trimestres.
En el caso del ácido fólico, se debe tomar un suplemento de 1 mg durante todo el embarazo. Con respecto al resto de minerales y vitaminas, calcio, magnesio, vitamina D, zinc, etc., el especialista recomendará suplementos que satisfagan las necesidades diarias de un embarazo gemelar y deberán ser tomados durante toda la gestación. Se suele recomendar que los comprimidos se tomen con las comidas para reducir las náuseas y facilitar su asimilación por el organismo.
4. Más seguimiento de lo habitual
Es muy importante estar alerta y prestar atención al cuerpo, cualquier signo de anormalidad es un advertencia y es necesario acudir al ginecólogo. Se puede citar como ejemplo un sangrado vaginal, algo que se puede producir durante las primeras semanas del embarazo y que guarda relación con la implantación en la pared del útero.
Un sangrado no siempre es un signo de alerta, pero es necesario consultar con el especialista. Un embarazo de gemelos o mellizos requiere un seguimiento más exhaustivo, se realizan más ecografías, más análisis de sangre, se realizan más visitas al médico, etc., es algo lógico ya que no deja de ser un embarazo de mayor riesgo que un embarazo normal.
5. Las clases pre-parto, con más antelación
En un embarazo gemelar el riesgo de parto prematuro se incrementa en comparación con los embarazos de un solo bebé, por ello es importante que las clases de preparación al parto se inicien con anterioridad a la fecha habitual para un embarazo de un solo bebé, de este modo la madre podrá estar preparada para cuando llegue el día del parto.
Cuando se esperan dos bebés, muchas madres sufren náuseas y vómitos desde el primer momento, la acidez y el reflujo es más habitual que en un embarazo de un solo bebé, ya que la presión de los dos fetos sobre el estómago se hace notar, de ahí que otros problemas digestivos sean algo habitual. La piel del vientre empieza a picar al segundo mes de gestación debido a que ha de empezar a estirarse antes. A las embarazadas les cuesta mucho más sentarse, tumbarse e incorporarse, es frecuente la aparición de varices y edemas.
Quizá un embarazo con dos bebés es algo más complejo y difícil de llevar, pero la recompensa es doble, por lo que es necesario disfrutar de la gestación, tomarse las cosas con calma, ser optimistas y estar relajadas. Próximamente hablaremos de las particularidades más significativas de cada trimestre en un embarazo gemelar.
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5 particularidades de un embarazo de gemelos o mellizos