“Hollywood ha logrado todo lo que siempre han soñado. El público está viendo la misma película una y otra vez”– Terry Gilliam.
La opinión de Gilliam define a la última superproducción de la factoría Steven Spielberg: Jurassic World. Una película cargada de espectáculo, escenas de acción, humor fácil, palomitas y dinosaurios. Previsible, divertida, comercial y muy familiar. Lo mismo de siempre, pero que hay que ver en el cine.
Por extraño que parezca, la última película de la franquicia Parque Jurásico hace de su principal defecto una virtud. Pero regresemos a la historia, donde una nueva versión del catastrófico parque de atracciones vuelve a llenarse de dinosaurios resucitados. En esta ocasión, con la presencia de una supercriatura creada genéticamente que convierte al mítico T-Rex en una mascota.
Os dejo 5 razones para ir a ver Jurassic World en el cine (y de regalo otras 5 razones para no hacerlo).
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Dinosaurios. Como dice @Brmontemar: “¿Para qué quieres un guión si tienes dinosaurios?”. Aunque hayas disfrutado mil veces de las anteriores entregas de la saga, ver a esos animales extintos en pantalla gigante tiene su nosequé de fascinación que es un imán para pequeños y mayores.
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Volver a Isla Nublar. La nostalgia es un buen motivo para revisitar a las criaturas que Spielberg recreó en 1993. La cinta está llena de esos pequeños momentos que el público adulto espera y que le devolverán a los viejos tiempos en que los efectos especiales significaban algo en el cine. Una recreación de la isla total y envolvente, con esa música de John Williams que nos pone los pelos de punta.
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Acción. Revolución hormonal a la vista. Jurassic World divierte gracias a las bien medidas escenas de acción, algunas con un delicioso punto de suspense old school. Una cuantas se quedarán en la retina y otras ya estaban ahí. Llevamos 22 años viendo mandíbulas abiertas de todo tipo de criaturas. Aviso: la dieta dinosáurica se enriquece con muchos humanos.
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Chris Pratt. El chico de moda, que creció queriendo ser un showman, encaja en el papel de hombre que susurraba a los dinosaurios. Fan de la saga desde pequeño, inventa un personaje que mezcla a los clásicos Dr. Grant e Ian Malcom. Tiene buena planta y aunque sus diálogos son flojos, supera la prueba con carisma. Esperemos que sea el próximo Indiana Jones.
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Lo mismo de siempre, pero que no es lo mismo. Lo advertí al principio del post. El argumento de la película es el de toda la vida: dinosaurios que se escapan en el parque y provocan el caos. Pero Jurassic World es infinitamente más efectiva que El Mundo Perdido y Parque Jurásico III. Hay escenas inquietantes muy conseguidas, secuencias lacrimógenas marca Spielberg, tensión emocional y el conflicto familiar que esperamos. Incluso alguna risa inesperada (y otras tantas previsibles).
Y ahora, las 5 razones por las que puedes esperar al Blu-ray:
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Clichés. Es el riesgo de todo remake, reinvención o clonación fílmica. O estrujas el cerebro del guionista o habrá un cierto tufillo ocasional a “esto ya lo he visto antes”. Incluso los niños que vean la película se adelantarán en algunos diálogos y secuencias por venir.
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Claire. Digo Claire y no Bryce Dallas Howard. La actriz se hace cargo del papel con mucha solvencia. El problema está en el personaje, una ejecutiva moderna con dotes de mando, liderazgo y decisión, una mujer de las que nos gustan, con visión, solidez… que de pronto se desinfla ante la muscularidad y carisma de Owen Grady (Pratt) y la necesidad de proteger a sus sobrinos. Una pena y un desperdicio de potencial.
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Los niños. Tiene que haberlos en toda película de la franquicia jurásica. Pero Gray y Zach Mitchell son tan insulsos y genéricos que los actores son incapaces de aportar nada de valor a sus papeles. Pasarán a la historia como los niños random de Jurassic World, muy lejos de los Murphy de 1993. Un adolescente que no para de mirar rubias y un pequeño con peluca.
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No todo encaja. Pese a ser una película lograda y palomitera no todo encaja. Sobran algunos panoramas y varias transiciones entre escenas parecen forzadas.Y, por supuesto, todos echamos de menos la presencia entrañable de un John Hammond o su versión siglo XXI que aporte calidez. La ciencia del nuevo director Colin Trevorrow (elegido a dedo por Spielberg) es fría y sin corazón.
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Secundarios. El actor Irrfan Khan (Simon Masrani, director del parque) empobrece la película con un humor forzado y una débil presencia ante las cámaras. Vicent D’Onofrio ha dejado el listón muy alto con su actuación en la serie Daredevil y es una pena que lo hayan infrautilizado con un papel tan plano de malo malísimo jefe de seguridad. Finalmente, la pareja de freaks de la sala de control del parque serán olvidados pronto.
Como colofón, una última y definitiva razón para ir a ver Jurassic World al cine, solo o en familia: salen dinosaurios. ¿Lo había dicho ya?