5 razones por las que deberías vivir una temporada en Tailandia

Cuando el pasado martes le conté a mi amigo Nandy que había tenido que ir al hospital porque se me había infectado un pie, me respondió lo siguiente:

Da un poco de yuyu oir que estás en Asia y tienes un pie infectado. No puedo dejar de imaginarme un tugurio húmedo y abarrotado de gente por todos lados. Y mientras unos fuman opio y negocian con la virginidad de una niña de 11 años, tú manipulas una venda mugrienta y deshilachada que ya llevas usando más de una semana y apenas da para abarcar un pie enorme como un globo de colores cambiantes y a cuál más preocupante. Confío en que esto sea solo un producto de mi imaginación 😉

Obviamente Nandy estaba bromeando, pero la realidad es que mucha gente en España todavía piensa que Tailandia es un país pobre, subdesarrollado y sin infraestructuras.

Nada más lejos de la realidad.

Tailandia no es Estados Unidos, pero sus ciudades principales tienen prácticamente las mismas comodidades que cualquier país occidental. Concretamente, el hospital al que yo fui estaba súper limpio, tenía chocolate caliente gratis para los pacientes y cuando estuve en la sala de espera pasó una chica con una bandeja ofreciendo vasitos de zumo con hielo. ¿El precio de la consulta? 8.75 euros.

En este post voy a darte 5 razones de peso por las que deberías considerar vivir en Tailandia durante una temporada.

1. Salir de la rueda:

El mayor beneficio de mudarte fuera de España es que te obliga a salir de "la rueda".

En ocasiones, nuestra vida se convierte en una especie de rueda de hámster: las obligaciones, los problemas y las costumbres hacen que nos pasemos los días corriendo sin saber muy bien a dónde vamos ni por qué. Sentimos que el tiempo se nos escapa y no podemos hacer nada para evitarlo, como una jarra con un agujero que nunca puede llenarse. Nos sentimos estresados, abrumados y sin dirección.

Como dice Javier, en esta situación lo mejor que puedes hacer es detenerte. Detenerte y pensar. El problema es que hacerlo es terriblemente difícil, porque aunque tú quieras pararte la rueda seguirá girando. Por eso, una solución alternativa es salirte de rueda.

Cuando vives en Tailandia, cambian muchas cosas. No puedes ver la tele ni leer los periódicos porque no los entiendes; no estás expuesto a ningún tipo de publicidad porque tampoco la entiendes; tus amigos no te llaman para salir los fines de semana y nadie sabe quién eres ni cuál es tu pasado. No existen compromisos ni obligaciones de ningún tipo. Todos los estímulos externos desaparecen, y eso te da tiempo y espacio para detenerte, pensar y observar tu vida desde fuera.

Recientemente conocí a un chico español al que venirse un mes y medio a Chiang Mai le cambió la vida. Estaba perdido. Le acababa de dejar la novia y no sabía qué hacer laboralmente después de acabar la carrera. Pasar dos meses en Tailandia le sirvió para tomarse un respiro y reconectar con las cosas que eran importantes para él y que había olvidado con el ajetreo del día a día. Ahora ha vuelto a Madrid y es un hombre nuevo.

Si estás pasando por una época complicada y sientes que necesitas un descanso, considera la posibilidad de venirte unos meses a Tailandia. A veces es difícil ver las cosas desde dentro, y estar una temporada en Asia te dará esa perspectiva que tanto necesitas.

2. Multiplicar el valor de tu dinero:

¿Te gustaría que tu dinero valiese 2 o 3 veces más de lo que vale ahora? Vete a vivir a Tailandia.

Chiang Mai está considerada la ciudad #1 para jubilarse porque tiene la mejor relación precio/calidad de vida del mundo. Aquí puedes vivir como un rey por muy poco dinero.

Para que te hagas una idea de los precios, esto es aproximadamente lo que yo me gasto en un mes:

(La moneda de Tailandia es el baht. Al cambio, un euro son 40 bahts)

DÍA A DÍA:

• Alojamiento:
  Albergue [dormitorio de 5 personas, muy limpio, Internet y toalla]: 100 baht (2,50 euros)
• Comida:
  • Desayuno:
    • Tortilla con verduras: 85 baht
    • Yogurt casero: 40 baht
    • Café: 40 baht
    • TOTAL: 165 baht (4 euros)
  • Comida:
    • Ensalada: 85 baht
    • Café: 40 baht
    • TOTAL: 125 baht (3 euros)
  • Cena:
    Pad thai con pollo: 35 baht (1 euro)
• Bebida:
  Cerveza Chang en un bar: 50 baht (1,20 euros)

Total día a día: 460 baht (11.5 euros)

MENSUAL:

• Gimnasio: 1100 baht (27,50 euros)
• Bicicleta: 1000 baht (25,00 euros)
• Móvil:
  • Datos [1GB de 3G]: 399 baht (10 euros)
  • Voz y mensajes [1 baht/minuto, 2 baht/mensaje]: 200 baht (5 euros)

Total mensual: 2700 baht (67,50 euros)

OTROS:

• Corte de pelo: 30 baht (0,75 euros)
• Lavar la ropa [entregas la ropa sucia y te la devuelven limpia, seca y doblada]: 40 baht (1 euro)

TOTAL:

• Al mes: 420 euros
• Al año: 5.040 euros (unos 6.000 euros sumando avión y visados)

Como puedes ver, estoy comiendo fuere 3 veces al día (2 de ellas en una cafetería orgánica), no me estoy privando de nada ¡y aun así me estoy gastando menos de 450 euros al mes! Si fuese a restaurantes locales y bebiese menos café podría reducir esos gastos en más de 100 euros.

¿Cuánto te costaría mantener el ese nivel de vida en España?

Los precios en Bangkok y en las islas son un poco más caros, pero no mucho más. Podrías vivir fácilmente en primera línea de playa por unos 100 euros extra.

3. Crear un negocio online:

Tailandia es conocido en la blogsfera como el país del marketing online. Mucha gente monta un pequeño negocio virtual, deja su trabajo y se viene a vivir aquí en busca del buen tiempo y una mejor calidad de vida.

¿Sabes qué? Tú también puedes hacer lo mismo.

Una de las muchas ventajas de Internet es que te permite utilizar la globalización a tu favor. Si consigues que tus ingresos sean en dólares australianos, francos suizos o euros y vives en bahts, no necesitas tener mucho éxito para llegar a ser autosuficiente.

Si odias tu trabajo o estás en paro, una buena opción es ahorrar algo de dinero, venirte un año a Tailandia y empezar tu propio negocio online. En total te costaría menos de 6000 euros.

No importa que no sepas nada del tema, puedes aprender. 8 horas al día durante 1 año son 2920 horas. ¿Qué podrías hacer en 2920 horas?

Una de las ventajas de trabajar desde aquí es que hay muy pocas distracciones. Puedes escaparte del albergue por la mañana y pasarte todo el día en una cafetería con tu portátil sin que nadie te moleste, o ir a un espacio de coworking con Internet de alta velocidad, impresora, scanner, snacks y café. En Chiang Mai abrieron uno el pasado mes de Marzo y sólo cuesta 87 euros al mes. No sólo encontrarás un ambiente de trabajo inmejorable, sino que las personas que conocerás allí son los mejores del mundo en lo que hacen y pueden ayudarte.

4. Conocer gente increíble:

Una de las cosas que menos me gusta de España es que está lleno de españoles. Comparado con países como Inglaterra o Estados Unidos, que son muy diversos, en España todo el mundo es muy parecido. En un 95% de los casos, la vida de un español es idéntica a la del resto: piensa lo mismo, hace lo mismo y le gusta lo mismo.

Vivir en un país como Tailandia te da la oportunidad de conocer a gente extraordinaria, desde un niño prodigio a un jugador de póker convertido a profesor de yoga. Además, la manera de relacionarse difiere mucho de aquella a la que estamos acostumbrados.

Aquí hacer amigos es muy fácil. No tienes más que ir a una cafetería y saludar a cualquier occidental que veas tomando un café o trabajando en su portátil. Rápidamente te invitará a que te sientes con él y disfrutarás de una buena conversación. Es algo de lo más normal, como me gustarían que funcionasen siempre las relaciones humanas. En Tailandia no hay grupos cerrados y la gente siempre está dispuesta a conocer a extraños.

Las conversaciones suelen tener una estructura distinta. Se habla de lo que haces en Tailandia, de cuánto tiempo llevas viajando y de cuánto más piensas viajar. Se comparten historias, risas y aficiones. A veces me doy cuenta de que tengo amigos que no sé qué estudiaron ni en qué trabajan, y eso me encanta. Es como si todo el mundo empezase de 0 y la vida en sus países de origen no importase.

Por último, otra cosa que me gusta de Tailandia es que aquí no se juzga a la gente por su manera de vestir, porque todo el mundo viste igual. No importa que seas pijo, hispter o hippie; como hace calor, vas a ir siempre con una camiseta cómoda, pantalones cortos y chanclas. Esto hace que te fijes únicamente en la persona con la que estás hablando y que las relaciones sean más auténticas.

Vivir en Tailandia cambiará la manera en que te relacionas con los demás. Eliminarás la creencia de que "es malo hablar con desconocidos" y aprenderás ver a los demás como amigos y no como extraños.

5. Vivir grandes aventuras:

Tailandia ofrece atracciones para todos los gustos. Estos son sólo algunos ejemplos de las cosas que puedes hacer en este país:

• Submarinismo en Koh Tao. Uno de los mejores lugares del mundo (y también el más barato) para aprender a bucear. Mucha gente va allí 4 días para sacarse la licencia de Open Water y acaba quedándose un mes y haciendo todos los cursos, incluido el de monitor.
• Muay Thai. También conocido como boxeo tailandés, este arte marcial es un símbolo del país. En cualquier ciudad de Tailandia encontrarás grupos y gimnasios donde entrenar.
• Meditación Vipassana. Si llevas tiempo queriendo meditar pero no encuentras el momento, en Tailandia tienes la oportunidad de hacer uno de los cursos gratuitos de 10 días que se ofrecen en muchos de sus monasterios.
• Escalada. El sur de Tailandia es uno de los mejores lugares del mundo para escalar. Tonsai, en Railay Beach, tiene más de 120 vías diferentes y unos paisajes espectaculares.
• Permacultura. Existe una gran multitud de granjas orgánicas en Tailandia en las que puedes quedarte para aprender permacultura y técnicas de cultivo sostenible. Pablo, por ejemplo, estuve en Tacomepai, lugar que describe como "un paraíso en la tierra."
• Masajes. Mucha gente viene a Tailandia a aprender el viejo arte del masaje tailandés (o simplemente a disfrutar de él :D). Hay escuelas de masaje por todo el país, que ofrecen cursos de varias semanas a precios muy razonables.

Fuente: Vivir al Máximo.

C. Marco