Revista Comunicación

5 razones por las que Smash está al borde del abismo

Publicado el 27 marzo 2013 por Despiram @FrikArteWeb

Cuando, hace cosa de un año, NBC estrenó Smash, era una de las grandes apuestas de la temporada para la cadena. Con producción ejecutiva de Steven Spielberg, prometía ser un drama interesante y entretenido sobre los entresijos de la producción de un musical de Broadway. Esta premisa hizo que a muchos, especialmente a los fans de los musicales, nos temblasen las rodillas de emoción.

Pero, más allá de un piloto bastante redondo (que costó más de siete millones de dólares), la serie se convirtió en un simple entretenimiento de guiones no demasiado ambiciosos que sólo tenía un atractivo destacable: las maravillosas canciones compuestas para el musical ‘Bombshell‘, sobre la vida de Marilyn Monroe, y los números musicales que las acompañaban. La serie fue, a pesar de todo, renovada para una segunda temporada, pero ahora la paciencia de NBC ha llegado al límite. A continuación exponemos los cinco motivos que hacen llegar fácilmente a la conclusión de que Smash no va a tener una tercera temporada.

La audiencia: Lo tenía todo a su favor. Se estrenó el día de la Super Bowl, tenía al exitoso reality The Voice como lead-in… y no fue suficiente. A lo largo de la primera temporada fue aguantando con bastante dignidad (a niveles NBC y con todos los apoyos del mundo) y fue renovada tras el séptimo capítulo sin demasiadas dudas (críticas sí, pero no de resultados). Sin embargo, la estrategia de cara a la segunda temporada no fue buena. Parece que, al estrenarla en midseason, la gente se olvidó de su existencia, o no se creyeron que la serie iba a mejorar. Bueno, y perder a The Voice como lead-in no le hace un favor a nadie. Además, desde su estreno, no ha hecho más que ir en picado, hasta llegar a unas audiencias tan ridículas que nos conducen al siguiente punto.

El cambio al sábado: al llegar ya a un nivel insostenible, con audiencias terribles incluso para NBC, la cadena ha tomado una decisión drástica: cambiar Smash no ya al viernes, clásico cementerio de series, sino al sábado, un limbo reservado sólo para casos muy terribles. A partir del 6 de abril, con el episodio 10 (en el que, por cierto, aparecerá Liza Minnelli), la serie se emitirá los sábados, día en el que los americanos (como los españoles) no suelen ver la televisión, y menos seguir una serie semana a semana, con lo que, como se descuide, puede empezar a hacer audiencias bajo cero.

Proyectos de los actoresSmash no estará oficialmente cancelada, pero todos sabemos que está a las puertas. Y con “todos” me refiero también al propio equipo de la serie. Es el caso de Debra Messing. La actriz, conocida por su personaje protagonista en Will & Grace, ha tenido en Smash uno de los personajes más criticados. Entre esto y que estará cansada de lidiar con audiencias bajísimas, habrá querido buscar la tranquilidad y, para ellos, ha fichado por la cadena reina de las audiencias: CBS, volviendo al género que le dio la fama: la comedia. Protagonizará una serie, aún sin título, basada en un proyecto israelí, en la que interpretará a una madre de familia llamada Shira, que se esfuerza por compaginar trabajo y vida familiar. Lo más curioso es que las dos creadoras del proyecto, Julie Rottenberg y Elisa Zuritsky, han trabajado también en la primera temporada de Smash (y en Sexo en Nueva York, entre otras). Si la serie de NBC fuese renovada Messing no podría formar parte de este proyecto pero, como decimos, parece poco probable. Además, la actriz ha sido la primera en saltar del barco, pero seguramente no será la última.

Pero también hay motivos creativos que han conducido a esta situación, y a ellos dedicamos los dos últimos puntos:

Cambios inefectivos: la primera temporada de Smash hizo buenos datos de audiencia pero fue vapuleada hasta la extenuación por la crítica (exceptuando su episodio piloto). Para evitar esto, y una mayor fuga de espectadores, se tomaron medidas radicales. Se cambió de showrunner, se eliminó a gran parte del reparto (todas las personas de la trama personal de Julia o el odioso Ellis), se introdujeron nuevas tramas (incluyendo un nuevo musical), fichajes de renombre (Jennifer Hudson, Sean Hayes, Liza Minnelli…), un tono algo más ligero e incluso se llegaron a replantear detalles como el vestuario de Julia. Y todo fue en vano. O incluso a peor. La serie ha perdido, para sus seguidores, parte del encanto; las nuevas tramas y personajes no generan interés y roban tiempo a lo mejor de la temporada pasada: ‘Bombshell’. Y así, sin recuperar a la crítica, han perdido también a la audiencia.

- Desinterés general: pero, a pesar de todo lo anterior, el problema más profundo de Smash es la falta de interés que provoca en general. Muchas series tienen audiencias bajísimas en Estados Unidos, o son ignoradas de cara a los premios, pero cuentan con fans incondicionales que alaban sus virtudes y luchan por que sigan existiendo. La prueba de que Smash no está en esta posición es que, tras su cambio al sábado, signo de cancelación segura, no se vio un gran movimiento siquiera en redes sociales por su salvación (como sí ocurrió, por ejemplo, cuando NBC movió Community a los viernes la pasada temporada). Seguramente tendrá sus fans, pero no hacen mucho ruido. Y es que desinterés es lo que genera un porcentaje demasiado elevado de las tramas de la propia serie. Tiene personajes buenos (siendo Ivy Lynn el mejor ejemplo desde el comienzo), pero todos estan terriblemente desaprovechados, mal desarrollados e inmersos, la mayor parte del tiempo en tramas absurdas y culebronescas. Por no hablar del terrible error de tener a una protagonista, Karen, que es el sopor y el anticarisma, y a la que la serie trata como si fuese la nueva diva de Hollywood (en la ficción y en la realidad). Pero no voy a ponerme a enumerar fallos de Smash porque necesitaría otra entrada para ello y porque, aún así, la serie no deja de ser un entretenimiento digno que, por una serie de circunstancias, no ha conseguido seducir a la audiencia estadounidense y ha sido conducido al abismo.

Mi recomendación ante la inminente cancelación de Smash es escuchar en bucle la maravillosa banda sonora de Bombshell (ya disponible en Spotify, por cierto) y disfrutar los últimos capítulos, que se emitirán todos y darán a la serie, según su showrunner, un final cerrado.

PD: Señores de la NBC o quien corresponda, si hacen Bombshell en Broadway (con Megan Hilty como Marilyn, por supuesto) voy nadando a verlo si hace falta. Gracias.

Fuentes: TV by the Numbers | Deadline | EW


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