Lo que van a ver: El colofón de la semifinal de Eurovisión 2010 en Suecia, donde Dolph Lundgren, el aguerrido protagonista de títulos del calibre de Rocky IV y Soldado Universal, canta, baila, toca la batería y rompe cinco bloques de hielo de un solo golpe, todo ello vestido con un impecable smoking.
Lo más perturbador: Los primeros pasos de baile del actor.
Lo más descojonante: El extraño idioma en que canta, que parece Klingon.