Cuando nos ponen una cámara de fotos delante, la personalidad se transforma, no somos lo que somos, para bien o para mal (normalmente es ésta última) siempre a hay alguien que la caga, y eso que todos tenemos una cámara en casa, o es más, hasta la llevamos a todos lados en el bolsillo.
Así que imagínense como sería esto a principios de siglo. Algunas tribus sostenían que cuando les sacaban una foto, les robaban el alma. En muchos casos, lo que creo que una foto nos roba es la dignidad y la sensatez. Esta colección de “50 fotografías inexplicables”, lo demuestra.
Más allá de todo, es genial!