50 sombras de Grey o la sobrevaloración del sexo

Cualquiera que oiga hablar a cualquier persona, hombre o mujer, del siglo XXI, del año 2015, pensaría en la suerte que habrían tenido éstos por haber nacido en esta época y no en la oscura época de sus padres o de sus abuelos, o peor aún, de sus madres o de sus abuelas. Se hablaría de la extraordinaria evolución en positivo del mundo en todos los sentidos y lo atrasados, y sobre todo equivocados, que habrían estado nuestros antepasados, y cuanto más antiguos peor.

¿Como es posible que alguien hubiera podido ser feliz entonces y menos siendo mujer? No tenían luz, no tenían agua corriente, no tenían televisión, no tenían internet y, sobre todo, no tenían sexo, ¿pero esas vidas tenían algún sentido? Las mujeres a trabajar en la casa y a criar a los hijos y los hombres a trabajar en la calle o en el campo y también a criar a los hijos, aunque menos. Pero que horror, sobre todo para la mujer, porque a su triste vida y a su triste papel había que sumarle su desconocimiento del sexo y su falta de disfrute de él. Pobrecillas, ellos también, pero ellos seguro que disfrutaban más.

Pues ese tipo de informaciones no se quien las conocerá de sus madres, de sus abuelas, de sus tías o bisabuelas, pero yo no las conozco y tampoco es que me interese mucho que me la cuenten,  la verdad. No se entonces como se atreven a juzgar si disfrutaban más o menos o si no era suficiente con el disfrute del que disfrutaban, que es probable que para ellos lo fuera.

Ahora no, ahora todo eso esté superado, ahora el disfrute del sexo es absoluto tanto para hombres como para mujeres, el sexo es una parte fundamental de la vida, si no la más importante, y todos somos muy modernos y estamos al cabo de la calle de todos los asuntos sexuales. De hecho el sexo se ha convertido en una parte tan importante de nuestras vidas que si no funciona el sexo no funciona nada. Debe ser por eso que ha llegado un libro, que yo no he leído, para demostrarnos que no, ha llegado “50 sombras de Grey” para decirnos que no es que lo tengamos superado todo en cuanto a sexo se refiere, si no que más bien los conceptos del sexo nos han superado a todos nosotros.

Y eso no es algo que el librito en cuestión haya hecho de una forma voluntaria, el libro no es más que un producto de marketing cuya intención es simple, vender. Todo esto es algo que el libro ha dejado en evidencia de una forma completamente involuntaria, lo que ahora ocurre no es que disfrutemos más del sexo, lo que ocurre es ahora el sexo está absúrdamente sobrevalorado. Es decir, no es que el sexo no importe, es que el sexo no importa tanto como ahora queremos hacer ver.

Y ahora llegan todas esas mujeres que se han puesto como motos leyendo el libro y ¿que nos quieren decir? ¿Que les gusta que las zurren? ¿Que aunque no las guste que las zurren si que les gusta mientras el que las zurre tenga pasta y este bueno? O ¿simplemente que ven en este libro una forma de darse el pisto de algo que realmente serían incapaces de hacer en vida? Es decir, les pone leer que un tío bueno y con pasta zurra a una mujer mientras se lo hacen, pero que nadie se lo haga a ellas. Menudo cacao porque a mi como hombre nunca se me ha ocurrido dar ni un simple azotito en el culo.

¿O no será más bien que ni las abuelas se lo pasaban tan mal ni las mujeres de ahora tan bien? ¿No será más bien que el sexo está tan sobrevalorado y en boca de todos todo el día que tiene cada vez menos de secreto de novedad o de privado? Yo creo que es esto último, lo hemos convertido en una conversación tan habitual que ya no tiene nada de atractivo por eso el buscar cosas cada día más raras, simplemente porque si no ya no resulta tan interesante.

Creo, a pesar de lo que pueda parecer, que en ese aspecto no se ha avanzado nada, se ha retrocedido. Creo que no sólo nuestras abuelas se lo pasaban mejor de lo que pensamos si no que se lo pasaban mejor que muchas mujeres de ahora con una vida sexual tan “plena” y creo, además, que era mucho más interesante la excitación que podía producir entonces ver el tobillo de una mujer a lo explícito de ahora.

El sexo lleva con nosotros desde el minuto cero y no lo ha descubierto el Grey este, ese es para mi el único mensaje positivo que podríamos sacar de este libro. Muchos y sobre todo muchas han quedado en evidencia.