¿Qué se puede escribir que no se haya escrito? ¿Qué se puede contar que no haya sido contado? ¿Qué video podemos mostrar si el 80% de los argentinos ya lo conocen? Ese es el inconveniente que se plantea cuando uno quiere redactar unas líneas sobre él… pero algo hay que poner, claramente, no vamos a dejarlo afuera. Cada año nos enfrentamos al mismo problema.
Diego Armando Maradona cumple 51 años, y hay que festejarlo. Esto es un simple recordatorio, una mención. Casi que ni llega a homenaje, pero siempre es bueno recordarlo.
Amado y odiado. Dicen que es el representante de Dios en la cancha. Venerado por el mundo del fútbol al momento de entrar a una cancha, llevó las distintas camisetas que vistió en el alma y siempre en el rectángulo, dejó todo. Afuera, tuvo errores, pero como dijo alguna vez él: “qué jugador hubiese sido si no me drogaba”..
Hoy, fuera de la cancha, se ha encausado a la dirección técnica. Quienes lo aman, le perdonan cualquier cosa. Los que no, aprovechan cada desliz para criticarlo. A todo el pueblo argentino le dolió la derrota en Sudáfrica frente a Alemania, pero (lejos de minimizarla) no se si realmente era para que Diego se vaya de esa manera.
Los Emiratos Arabes lo recibieron con los brazos abiertos, dando cuenta de que es reconocido en todos lados. Allí, lejos de la presión mediática diaria comanda un equipo con la esperanza de crecer (Lo lleva primero al cabo de 3 fechas).
Podrán quererlo, odiarlo, pero nunca negarlo. Es (y sigue siendo) el más grande. Feliz Cumple!
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