Revista Coaching

520.- "Houston, tenemos un problema"

Por Ignacionovo
520.- Autor: Comandante Lowell, piloto del Apolo 13. Solo nueve meses después del alunizaje de Neil Armstrong y Edwin Aldrin con el Apolo 11, partió con similar horizonte el Apolo 13. Curiosamente, y según cuenta la leyenda, muchos sugirieron que el proyecto espacial Apolo omitiera expresamente el número 13 en su denominación, pasando así, en el ordinal, del 12 al 14. Sin embargo, esto les pareció un completo absurdo a los científicos, muy lejos todos ellos de cualquier tipo de consideración supersticiosa. En todo caso, y tras el desastre que a punto estuvo de acontecer, seguro que alguno de aquellos hombres de ciencia habría estado más tarde dispuesto a reconsiderar la índole y solidez de sus creencias.
El Apolo 13 fue lanzado con éxito el 11 de abril 1970 a las 13:13 minutos (otra vez el 13) efectuando la primera parte de su navegación con total  normalidad... hasta que dos días después, sí, el 13 de abril, la rotura de un tanque de oxígeno paralizó el módulo de servicio, del que dependía el módulo de comando, a unos 330 mil kilómetros de la Tierra. Con el fin de conservar las baterías y el oxígeno precisos para acometer las últimas horas de vuelo, la tripulación tuvo que utilizar el módulo lunar como una especie de "bote salvavidas" durante su viaje de regreso.
Una vez sonaron las alarmas a bordo del módulo Odisea, el piloto comandante del Apolo 13 entró en comunicación con el equipo de seguimiento de la operación de la NASA…
-Houston, tenemos un problema.
De inmediato, el Centro de Control de Houston intentó averiguar qué era lo que pasaba a bordo del Apolo. El Comandante Lowell continuó informando:
-Detectamos una disminución de tensión en el distribuidor principal B.
-Muy bien 13. Tenemos aquí mucha gente que se está ocupando de resolver ese problema, respondió Houston. En cuanto sepamos algo se lo comunicaremos. Serán ustedes los primeros en saberlo.
A partir de ese instante la NASA puso en marcha la movilización de científicos más impresionante de la historia. Ipso facto,  los diseñadores de la nave Apolo y diversos especialistas fueron convocados en el centro de control para auxiliar en la operación de rescate.
Mientras, los encargados de la misión en Houston realizaron una serie de recomendaciones a los astronautas que con el tiempo demostrarían su efectividad y, además, les pidieron que hicieran un inventario de lo que tenían a bordo con el fin de aprovechar, aunque no fuera su fin inicial previsto, todo el material del que disponían.
-¡Ahorren la energía eléctrica! ¡Desconecten la banda de sonido! ¡Desconecten la calefacción y todos los dispositivos que consuman energía eléctrica y que no sean absolutamente indispensables!
Y así, tras miles de cálculos y de dar solución a infinidad de contingencias que en absoluto estaban previstas, el Apolo 13 consiguió reingresar en la atmósfera y amerizar sobre el Océano Índico.
Los astronautas del Apolo 13 habían sobrevivido a la mayor crisis espacial de toda la historia gracias, obviamente, al desvelo y al talento de muchos, pero también a que en las peores circunstancias supieron sacar provecho de lo que tenían a su alcance, aportando soluciones creativas a problemas jamás imaginados y sin perder la calma ante lo que parecía una adversidad sin remedio.
Reflexión final: nunca hay que rendirse antes de tiempo, porque hay respuestas que se esconden en el último segundo.

520.-

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