El 4 de octubre de 1957 a las 19:12 de tiempo universal se marcó un hito histórico en el mundo de la ingeniería aeroespacial: se lanzó al espacio un artefacto de creación humana.
Hablamos del Sputnik 1, una pequeña esfera de 58 cm de diámetro, 83 Kg. de masa y 4 antenas de más de 2 metros de longitud; una esfera que cambió la concepción de la ingeniería espacial, una esfera que propinó un gran impulso y aceleró todo lo que vino después. El encargado de lanzar al Sputnik fuera de nuestro planeta fue un cohete R-7.
El cohete que lanzó el Sputnik 1 en la plataforma de lanzamiento.
Transmisiones radiofónicas
El Sputnik 1 daba una vuelta a nuestro planeta cada 96 minutos y radioaficionados de todo el mundo pudieron escuchar esos "bip" que se podían sintonizar en las frecuencias de 20 MHz y 40 MHz. En esas emisiones se incluían, entre otras cosas, datos de la temperatura tanto dentro como fuera de la cápsula.
Imagen de una réplica del Sputnik 1.
Durante 3 semanas se estuvieron escuchando esos "bip", ese fue el tiempo que duraron las baterías. Pero aunque el Sputnik enmudeciera, se mantuvo en órbita más tiempo: 92 días. Luego, su destino fue la superficie de nuestro planeta.
Puede que el Sputnik 1 no fuera un instrumento muy sofisticado, pero fue el principio de la exploración espacial, el primer paso firme que dio paso a la carrera espacial propiamente dicha, pasos que más tarde llevaron a los Marsnik, Apolo, Pioneer o Viking.
Sello conmemorando la hazaña del Sputnik 1.
Tras el Sputnik 1
- 30 días después (3 de noviembre de 1957): se lanzó el Sputnik 2 con el primer ser vivo a bordo: la perra Laika.
- 1228 días después (12 de febrero de 1961): se inició la exploración de Venus.
- 1995 días después (21 de marzo de 1963): una sonda creada por el hombre se aproximó a Marte.
- 4308 días después (20 de julio de 1969): el hombre pisó la Luna.
- 5168 días después (27 de noviembre de 1971): un instrumento creado por el hombre tocó la superficie de Marte.
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