En la mayoría de sus diversos enunciados, la Regla de Oro adopta una forma pasiva, como la expresada en el Judaísmo: "Lo que es odioso para ti, no se lo hagas al prójimo." En la cultura occidental, sin embargo, la fórmula más conocida es la de Jesús en el Sermón de la Montaña: "Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos" (Mt. 7, 12). La Regla de Oro es el fundamento para la teoría ética de la ética de la reciprocidad.
En filosofía, por el contrario, esta norma ha llegado a ser considerada nociva por algunos autores. Kant, Nietzsche, Bertrand Russell, Karl Popper y George Bernard Shaw, entre otros, señalaron lo aberrante y peligroso de una interpretación de la Regla de Oro que justifique la coerción y el intervencionismo.
La universalidad de la Regla de Oro en las Religiones del Mundo
- Cristianismo: Todas las cosas que quisierais que los hombres hicieran con vosotros, así también haced vosotros con ellos.
- Confucianismo: No hagas a otros lo que no te gustaría a ti mismo. Entonces, no habrá ningún resentimiento en contra de ti, ya sea en la familia o en el estado.
- Budismo: No hieras a los demás de una manera que tú encontrarías hiriente.
- Hinduismo: Esta es la suma del deber; no hacer nada a los demás que no quieras que te hagan a ti.
- Islamismo: Ninguno de vosotros es creyente hasta que no desee para su hermano lo que desea para sí mismo.
- Judaísmo: Lo que es odioso para ti, no lo hagas a tu prójimo. Esta es toda la ley, el resto es comentario.
- Taoísmo: Considera la mejora de tu prójimo como tu ganancia y la pérdida de tu vecino como tu propia pérdida.
- Zoroastrismo: La buena naturaleza es la que se abstiene de hacer a otro lo que no es bueno para uno mismo.