Con el artículo de hoy vamos a completar el de la semana pasada, añadiendo 6 consejos más para escribir una novela de misterio.
Espero que te sean útiles
6 consejos para escribir una novela de misterio II
1. Haz un listado de sospechosos
Después de tu listado de pistas, toca hacer el de sospechosos. Es una idea interesante utilizar una pista falsa que conduzca a alguno de ellos y desoriente al detective (y al lector), conduciéndolo hacia la persona equivocada, de manera que cuando en el final, se descubra al asesino, suponga toda una sorpresa.
2. Juego limpio
Tu objetivo es sorprender al lector con un asesino del que nunca haya sospechado, pero es imprescindible que juegues con él limpiamente. No lo engañes. Las pistas que presentes deben conducir de una manera lógica a la resolución del caso, incluso si has confundido al lector con pistas falsas a lo largo de la historia. Al lector no le importará haber perdido el juego si cuando descubra la solución su primer pensamiento es: “¡Pero cómo no se me ocurrió!”.
El juego limpio es fundamental en una novela policíaca. Debes suministrar al lector la misma información que tiene el detective. No olvides que la novela policíaca es casi interactiva, porque el lector forma parte de ella al introducirse en la investigación y competir contra tu detective. No lo engañes. Si lo haces, no te lo perdonará.
3. Investiga a fondo
No cometas el fallo garrafal de proporcionar una muerte a través de una sustancia venenosa o cualquier arma que, en realidad, jamás habrían causado el tipo de muerte que tú has descrito en la novela. Si utilizas un veneno X, asegúrate de que el tósigo que has usado funciona tal y como lo has descrito. Si, para resolver el crimen, utilizas un detective profesional que pertenece a la policía, comprueba que los procedimientos que has utilizado son propios de ella. Pregunta a policías de verdad y asegúrate de que lo estás haciendo correctamente. Si comentes algún error técnico, el lector se percatará y perderá toda confianza en ti como autor y en el resultado final de tu historia.
4. Acción y suspense
Escribe la novela de manera que resulte emocionante. No te extiendas demasiado con descripciones y conversaciones que no aportan nada a la historia. Entra en acción cuanto antes. Utiliza con cabeza los cliffhangers y nunca está de más que pongas en peligro a algún personaje importante, ya sea el propio detective, alguien a quien quiere o algún otro que desempeñe un papel fundamental en la historia. Estos son truquitos que se añaden a la novela, además del misterio en sí, para mantener atrapada la atención del lector.
Ídem para el suspense. Tu novela tiene que estar llena de él, pero éste comienza con los propios personajes, así que vamos al punto siguiente, en el que hablaremos de ello.
5. Crea personajes que interesen al lector
El suspense comienza con los personajes. Cuanto más logres que el lector se preocupe y encandile con los personajes, más interesado se sentirá por lo que les pueda suceder. Esfuérzate por crear personajes que de verdad llamen la atención del lector y con los que éste pueda empatizar o a los que pueda odiar. Remueve las emociones del lector y tendrás asegurado el éxito en este punto.
6. Crea un mundo tridimensional
Con frecuencia asimilamos la novela de misterio a una especie de rompecabezas que tanto el lector como el detective deben recomponer. Vale, eso está muy bien, pero necesitas un mundo tridimensional que resulte verosímil en el que los personajes se muevan y en el que el lector quiera introducirse. Tus personajes deben tener una vida que va más allá de la parcela que ocupa el misterio en sí. Trabajan, tienen familias o viven solos, y lo hacen en un escenario específico: la ciudad, sus casas… Todo ello es una parte de la novela que debes hacer vívida y creíble para el lector.Y hasta aquí el artículo de hoy. ¿Te ha resultado útil? Espero que sí, pero cuéntamelo en los comentarios, hazme sugerencias, cuéntame herramientas que utilizas para tocar cada uno de los puntos de los que hoy hemos hablado. Ahí abajo tienes los comentarios para hacerlo
Gracias.
Fotografía: Heidi Sandstrom, Unsplash.
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