3. Mantener los espejos en forma
Aunque la construcción de telescopios no progresó excesivamente entre el Telescopio Hale y el BTA, no este no fue el caso de la informática. El telescopio soviético BTA se aprovechó de ello. Para limitar los contratiempos mecánicos impuestos por un espejo de gran tamaño, los ingenieros del Telescopio BTA diseñaron una montura altazimutal. La orientación del telescopio debía hacerse entonces en dos ejes: azimut y altura, sin embargo este montaje fallaba para compensar la rotación de la Tierra y seguir los objetos en el cielo. Sin embargo, el uso de computadoras permitió calcular en todo momento la velocidad en cada eje que debía transmitirse los motores. Esta fue la primera revolución informática para los instrumentos astronómicos.
Telescopio BTA de 6 metros. En la imagen de ojo de pez puede apreciarse la montura de horquilla altazimutal
La segunda vino con la puesta en servicio del New Technology Telescope en 1989. Su espejo de 3,5 metros no tenía nada de espectacular. Era el grosor de su telescopios de 24 centímetros el que marcaba la diferencia. Este espejo podía deformarse e inclinarse mientras funcionaba. Estaba gobernado por 75 actuadores dirigidos por ordenador. Todas las alteraciones de su forma, estaban calculadas por un sistema óptico preciso, los actuadores imprimían y modificaban presiones ejercidas en el espejo. Para conseguir una calidad óptica óptima, la fuerza ejercida por cada actuador estaba regulada una vez por segundo. Esta técnica se llama óptica activa, y hoy en día la usan todos los grandes telescopios del mundo.
Continuará...
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