Ayer vino Mario a Granero, es comercial de vinos y además tiene una curiosidad para sus clientes, esas cositas que tanto nos gustan a los camareros, poca producción, bien presentado y producto de cercanía, lo que ahora llaman kilómetro cero. No es una novedad para mí, el año pasado elaboró esta referencia y tiene una bonita historia:
60 y tantos, Airén joven y seco 2017, Vino de la tierra de Castilla.
El nombre es lo primero que llama la atención, en la contraetiqueta del año pasado lo explican muy bien, literalmente dice:
” – La viña de Félix Sesenta está situada en Ajofrín, un pueblo en las estribaciones de los Montes de Toledo. Este vino procede de una sola parcela, su uva es Airén con una edad de 30 años, plantada en vaso a 8mm metros de altitud. La vendimia fue relizada a mano en cajas de 20 kilogramos la primera semana de octubre de 2016.”
Este año todo es diferente, menos la viña y la cuadrilla, los descendientes del “tío sesenta” se han vuelto a reunir para recolectar las uvas de Airén en Ajofrín, este año ha sido muy cálido y seco y la vendimia se adelantó. Como el año pasado llevaron las uvas en cajas caladas de veinte kilos a la bodega de Alonso Cuesta, donde se comenzó a prensar y, por una avería, no se terminó el proceso y hubo que trasladarel mosto flor a otra reconocida bodega que arrimó el hombro a Mario y familia, previo análisis y confirmación del buen estado del mosto, Bienvenido Muños elaboró el vino que hoy presento en su Bodegas Muñoz de Noblejas. Mucha menos producción de lo esperado y muy distinta por causas ya citadas, el empaque también debía evolucionar, así esta preciosidad de btella que he disfrutado fotografiando:
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