A los niños que son diferentes, / aquellos que no siempre sacan dieces, / que tienen unas orejas / dos veces mayores que las de sus compañeros, / y narices más largas que un día sin pan.
A los niños que son diferentes, / aquellos llamados locos o tontos, / niños que no encajan, / que tienen el valor y el coraje / de bailar al son de otro tambor.A los niños que son diferentes, / aquellos con un punto de traviesos. / Porque cuando sean mayores, /como demuestra la Historia, / esta diferencia los hará únicos.(Digby Wolfe)
Si tienes la suerte, y el valor, de poder proclamar al mundo: "Soy diferente", mi más cordial enhorabuena. Tu vida será original y emocionante.Hay gente que bien sea por la necesidad de formar parte de algo mayor que ellos, por pura comodidad (para evitarse pensar), por la seguridad que ofrece la adhesión o por simple elección de su carácter, desean pasar desapercibidos, diluidos en la muchedumbre anónima. La vida así es más fácil. Por ello, asumir con valentía nuestra singularidad, merece reconocimiento.
En realidad todos somos diferentes, pero la pregunta es: ¿Quién se atreve a asumir y a mostrar a los demás su diferencia? La respuesta individual a esta pregunta, determinará algo tan trascendente como la distancia entre la excelencia y la mediocridad de nuestras vidas.
Con interpelaciones más específicas podríamos seguir ahondando en el porqué deberíamos explotar y desarrollar todo lo que nos distingue de los demás. Por ejemplo: ¿Tienes un sueño? Esa es la primera pregunta que deberías hacerte. Una de las razones por las que la gente no se atreve a ser diferente, es porque no poseen un sueño propio, único y estimulante. Si no hay nada que perseguir, entonces: ¿Por qué me voy a molestar en hacer algo distinto?
Otra razón por la que muchos no se atreven a mostrar su peculiaridad, se debe a que están tratando de cumplir con las expectativas de otras personas. Sin embargo, delegar nuestra modo de vivir en otros es una pésima decisión que conlleva infelices consecuencias.
O tal vez no están tratando de cumplir con las expectativas de otras personas. Tal vez, simplemente, no quieren correr riesgos. Pero esto es exactamente el tipo de elecciones que, con el paso de los años, suponen un profundo pesar y una carga insoportable. Cuando se preguntó en un estudio a gente mayor acerca de que era aquello de su vida que más lamentaba y qué hubieran hecho de manera diferente en sus vidas, la mayoría respondió: "Me gustaría haber arriesgado más."
Eres único. Es hora de que nos atrevamos a aceptarnos a nosotros mismos como diferentes y dejar de sentirnos inseguros acerca de lo que somos y de lo que podemos hacer. Si estás decidido a superar las inseguridades y ser la persona que estás llamado a ser, deberás tener el coraje de mostrar tu diferencia. El éxito es difícil e improbable, pero si te llega, será como consecuencia de ser completa y genuinamente tú y no por ser una vaga copia de alguien mejor.
Hacer lo que te gusta e importa es una manera segura de alcanzar la excelencia, ya que lo harás con todo tu corazón. Pero para ello deberás salirte de los caminos transitados y explorar rutas jamás holladas en las que estarás solo. ¿Tendrás el valor que se requiere para ello? Espero que tu respuesta sea sí. La vida es demasiado preciosa para ser vivida en la mediocridad.