Cuando hablamos en el anterior artículo de los 3 tipos de felicidad, vimos qué cosas nos dan una sensación de plenitud y bienestar. Cuanto más potenciamos cada uno de los tipos, más fuerte y duradero será nuestro nivel de satisfacción personal. Los beneficios que nos aportará son innumerables.
En nuestro día a día existen trucos o acciones que podemos hacer para aumentar nuestro nivel de felicidad, como “Los siete hábitos de la gente feliz”: según Martin Selligman, éstos son:
- Construir relaciones interpersonales estrechas y de calidad. Con la familia, con la pareja si la tienes, con tus amigos, en el trabajo… ¿Crees que puedes hacer alguna cosa para mejorar esas relaciones? Piensa que una pequeña acción puede tener un gran impacto en tu alrededor.
- Realizar acciones de voluntariado y dedicadas al cuidado de otros. No hace falta irse muy lejos para ayudar a alguien; hoy en día hay mucha gente que puede necesitar que le echen una mano. ¿Te gustaría sentirte satisfecho ayudando a alguien de tu entorno? Seguro que si te paras a pensar tienes mucho que ofrecer a los demás.
- Realizar ejercicio físico regularmente. Está comprobado que el ejercicio físico aumenta nuestro nivel de satisfacción personal. Además, si practicas un deporte que realmente te gusta, se convertirá en una actividad positiva.
- Potenciar las actividades que nos apasionan (el tiempo se detiene cuando las realizamos). ¿Cuánto tiempo dedicas a tus aficiones o a aquellas cosas que te apasionan? Cierra la agenda esta semana y guarda unas horas para hacer algo que realmente te encanta. ¡Verás qué bien te sienta!
- Fortalecer nuestro compromiso espiritual, que puede estar vinculado a las creencias religiosas o a aquellas prácticas que nos aportan bienestar espiritual. Tanto si eres religioso como si no, hay actividades que te ayudan a conectar con tu interior y ser más rico espiritualmente. Busca la que va más contigo y practícala a menudo. Te aportará un gran bienestar.
- Conocer y potenciar las fortalezas y las virtudes que nos hacen únicos. Conocernos a nosotros mismos y saber cuáles son nuestros puntos fuertes y habilidades, nos ayudará a ponerlos en práctica en nuestro día a día, en nuestro trabajo, en nuestras aficiones o en las actividades compartidas con las personas que nos rodean.
- Hacer uso de la expresión del pensamiento positivo mediante la gratitud y el optimismo. Pensar en positivo es una elección. Plantéatelo como un reto y comienza a ver lo bueno en todo aquello aparentemente negativo. Para apreciar lo bueno de la vida tenemos que experimentar también lo opuesto.
Ser feliz en la vida es posible y puede ser un estado duradero. ¿Te imaginas cómo sería nuestro futuro si todo el mundo se planteara ser más feliz y lo llevara a cabo? Podemos vivir en un mundo mejor y eso está en manos de cada uno de nosotros.
Ya sea para experimentar más emociones positivas, hacer actividades positivas o tener una vida más significativa, hay muchas cosas que podemos hacer. ¿Estás poniendo en práctica alguna de ellas o quieres empezar a hacerlo desde ya?
Me encantaría que me explicases qué resultado te está dando…
Fuente: Orientación Laboral - Infojobs.