8 errores (imperdonables) de belleza

A diario cometemos muchos errores de belleza que, a la larga pueden traernos consecuencias negativas tanto para la piel como para el cabello.

Y, como veis, me incluyo porque, aunque ahora suelo ser estricta con mis rutinas, sí que es cierto que no siempre fue así, y que en algunas ocasiones me puede la pereza y algún paso me lo dejo por el camino.

Aquí tenéis algunos de los errores de belleza más frecuentes y, algunos de ellos, imperdonables.

1. No desmaquillarse antes de dormir: Un pecado mortal que más de una hemos cometido en nuestra adolescencia pero que hay que cumplir a rajatabla.

Y es que por la noche la piel se regenera. Si la piel no está limpia, absorberá todas las impurezas y la suciedad acumulada acelerando su envejecimiento.

Ésto teniendo en cuenta que la piel esté sana (no se padezca ninguna patología como acné, cuperosis, etc.) o no sea sensible porque en estos caso podría empeorar su estado.

Y, en cuanto a los ojos, ocurre lo mismo. Si no los desmaquillamos antes de irnos a dormir estamos acelerando su envejecimiento y, además, se pueden producir infecciones e irritaciones al entrar el cosmético en el interior del ojo.

2. No conocer las características de piel: Algo fundamental ya que un mal diagnóstico de la piel que tenemos nos puede llevar a utilizar productos que empeoren el estado de la piel y también nuestra economía.

Es importante conocer la piel para escoger productos adecuados a nuestras necesidades para que sean efectivos y traten como es debido la piel.

En este sentido, es mejor no suponer así que, a ser posible, es mejor que un buen especialista os haga un diagnóstico exhaustivo de la piel para ahorraros dinero y disgustos.

3. No escoger el tono adecuado de maquillaje: Otro error muy común que se sigue cometiendo.

Ni muy claro ni muy oscuro. No se trata de parecer ni una Geisha ni un Conguito. 

La clave está en encontrar el tono que se adapte a nuestra piel y, para ello, se recomienda probarlos no en el dorso de la mano sino directamente en la zona donde acaba el rostro y comienza el cuello.

4. No usar protector de calor para el cabello: Si aún no lo hacéis y soléis usar con frecuencia planchas, rizadores o secador, deberíais hacerlo.

El exceso de calor daña, debilita y reseca el cabello dando lugar a su rotura y a la aparición de las puntas abiertas.

Así que os recomiendo que invirtáis en un protector de calor porque estaréis invirtiendo también en la salud de vuestro pelo.

5. Usar una base protectora en las uñas: Y, hablando de protector, tan importante es usarlo en el cabello como en las uñas antes de aplicar el esmalte.

Así evitaremos que se pongan amarillas y que de vayan debilitando con el tiempo.

6. No limpiar los pinceles y brochas de maquillaje: Sé que da pereza y mucha pero es fundamental limpiarlos cada 15 o 20 días porque, además de color, van acumulando bacterías que después pasan al rostro.

Se pueden limpiar de varias formas. Yo suelo hacerlo con un champú neutro, después aplico un poco de mascarilla hidratnte, la dejo actual, aclaro y dejo secar al aire.

Aunque también hay productos específicos a la venta que hoy en día facilitan mucho esta tarea. 

7. No limpiar los cepillos y peines: Otro error garrafal. Los cepillos y los peines acumulan restos de pelo, polvo y grasa así que es recomendable limpiarlos frecuentemente.

Se recomienda dejarlos metidos en agua caliente con una gota de Fairy o Mistol para eliminar cualquier resto de suciedad.

8. No mirar la fecha de caducidad de los cosméticos: Creemos que los cosméticos duran eternamente y no es así.

Tienen una fecha de cadudidad que podemos ver en el dorso del producto y que hay que tener muy en cuenta.

Y es que pasada esa fecha no sólo pierden su efectividad sino que su fórmula se deteriora.

Y hasta aquí mi listado.

Sé que habrá mucho más errores y, por ello, os pido que dejéis los que os vengan a la mente en los comentarios para compartirlo conmigo y con el resto de lectoras.

¿Se os ocurre alguno?